Mujer

7/1/2020

Niñas, no “reinas”

Las denuncias del movimiento de mujeres ponen en crisis a la “vendimia infantil”.

Desde hace unos días, la Municipalidad de Las Heras, en la provincia de Mendoza, tomó el foco de atención por la promoción de una nueva edición de la “Vendimia Infantil”, en todo el departamento. El fuerte repudio al evento dio a lugar a que distintas localidades suspendieran su participación en medio de un fuerte cuestionamiento por parte de las organizaciones que componen el Ni Una Menos. Al día de la fecha se especula si se realizará o no el evento en la localidad de El Plumerillo.


La vendimia infantil se ha replicado años anteriores en otras comunas como Guaymallén, Las Heras y en barrios del Oeste de la ciudad de Mendoza, sin embargo es en Las Heras donde más años ininterrumpidos lleva, desde 2008 (Clarín 4/1).


Ante las críticas generalizadas desde el movimiento de mujeres, el municipio defendió la fiesta de la vendimia infantil alegando que se trata de un juego y no de un concurso de belleza, donde se valora la soltura, la simpatía y las ganas de participar de las niñas.  Como también, que se propone a las niñas candidatas a la corona conocer los valores del trabajo tradicional de la vendimia.


El evento en cuestión consiste en un concurso de belleza con un jurado compuesto por exreinas departamentales y ex reinas de la vendimia infantil de Las Heras, quienes seleccionan entre infantes de entre 8 y 10 años a la ganadora.  Se trata de una exposición de las niñas menores ante la sociedad como productos de belleza; sexualizándolas y causando valores de desigualdad y competencia entre ellas mismas. 


Intentando naturalizar la idea de que las menores pueden sacar algo provechoso de éste concurso nefasto, todas las candidatas desafortunadas que no logran el trono son acreedoras de un premio consuelo: una coronita y un viaje a Uspallata. Con el propósito de legitimar este concurso, permiten la incorporación de niñas con discapacidad presentando la idea de un evento "inclusivo". Lejos de ser inclusivo, se trata de una maniobra baja que apela a los sentimientos de la comunidad, aprovechándose de algo que por derecho no tendría que considerarse una conquista y que busca lavarle la fachada a una “celebración” que se hunde en la discriminación sexista.


El propio Estado, a través del municipio de las Heras dirigido por el intendente Daniel Orozco (UCR), presenta como un hecho festivo el trabajo infantil en el campo en un contexto social donde el 50% de los niños y niñas de Mendoza se encuentran en la pobreza. En pleno siglo XXI, desde el propio Estado se fomenta festejar y promover la tradición del trabajo infantil en el campo. 

La Municipalidad de Las Heras se excusó, para desligarse de la situación, señalando que su trabajo solo consistía en garantizar la logística y la difusión de la convocatoria. A su vez, el intendente evadió dar declaraciones al respecto, ni tampoco expresó inquietud alguna por los repudios manifestados desde el movimiento de mujeres que ha copado las calles sistemáticamente denunciando el trato hacia las mujeres, las infancias y la diversidad, y reclamando un profundo cambio social.

Desde el Plenario de Trabajadoras repudiamos la promoción estatal de estas instancias que sirven para cosificar a las mujeres y las infancias, y naturalizan la explotación infantil en el campo y en las “fiestas vendimiales”, las cuales resultan un negocio donde se promueve valorizar tradiciones y costumbres nacidas de la relación desigual y de dominación de familias de bodegueros y finqueros por sobre las familias obreras rurales, verdaderas protagonistas de la vendimia.


Así como gritamos “No niñas madres”, ahora decimos “No niñas reinas”, para que las infancias puedan desarrollarse en un ambiente libre de los tóxicos del consumo tenemos que redoblar la lucha contra régimen capitalista. Hoy festejamos la cancelación de la Vendimia Infantil en Las Heras, porque representa un nuevo triunfo del movimiento de mujeres en lucha que viene cuestionando a un régimen de maltrato hacia la mujer que se ha profundizado con la descomposición capitalista.