Mujer

13/10/2017

#NiUnaMenos: De la era K a la era M

Desafíos del movimiento de mujeres 


Las mujeres nos movilizamos masivamente bajo el gobierno de CFK y bajo el gobierno de Macri. Las razones sobraban y siguen sobrando: nuestro país es de los países con el índice más alto de América Latina en materia de femicidios; la desaparición de mujeres y niñas para el negocio de la explotación laboral y sexual es moneda corriente y ha crecido bajo los dos gobiernos; la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha mantenido en un 27%,; la educación sexual se imparte de acuerdo a prejuicios y principios clericales sin que el gobierno nacional establezca un contenido común para los diferentes niveles educativos. El kirchnerismo le dejó al macrismo una herencia de acuerdos con el clero que le permiten a este último establecer una línea de continuidad en esta materia que está lejos de la grieta proclamada y agitada especialmente en el periodo preelectoral.


 


Macri recortó programas del Ministerio de Salud y de Educación. También colocó a una conocida feminista a la cabeza del Consejo Nacional de las Mujeres, hoy Instituto, e incrementó su presupuesto -durante todo el período kirchnerista el mismo era el equivalente al pago de los sueldos de sus funcionarias. Todo el andamiaje de asistencia a la mujer es precarizado, por lo tanto está imposibilitado de cumplir su cometido. Los agentes del 144 son escasos, cobran poco y no cuentan con las herramientas para dar respuestas ni para ser contenidos ellos mismos ante los dolorosos relatos que deben escuchar. El personal que contratarán en el nuevo Instituto de las Mujeres es todo precarizado, todo monotributista. El presupuesto extraordinario el año pasado, así como sucede en Caba, se usa para subsidiar a ONGs privadas amigas del gobierno. Los organismos destinados a la mujer en las provincias han beneficiado con cargos a algunas carreristas mientras la situación de la mujer empeora día a día. El caso de Libres del Sur que integra estos organismos en los gobiernos de Salta (FpV-PJ) y de Mendoza (Cambiemos), pone de relieve el uso de los mismos para ocultar las políticas enemigas de las mujeres, maquillando políticas de ajuste con “perspectiva de género”.


 


El kirchnerismo se negó a reglamentar partes sustanciales de la ley contra la violencia de género y a dar presupuesto al organismo que debía encargarse de su implementación. Sobre aborto la herencia es clara: cajonearon el expediente y usaron las firmas de parte de su bloque para distraer al respecto de su alianza estratégica con el clero. CFK designó como Ministra de Salud a la clerical Graciela Ocaña en su primer gobierno. Entregó la redacción final de la Ley de Educación Sexual Integral a la iglesia y definiciones importantes en el nuevo Código Civil y comercial, que otorga al culto católico un estatus jurídico similar al de una provincia y enuncia el origen de la vida humana en los términos que reclamaba el vaticano. Cuando intentó modificar el Código Penal disciplinó a la comisión armada para que no se modifique la penalización del aborto. Entregó la educación pública al clero, encubriendo a los gobiernos que imponen educación confesional -todos de su espacio político, como el de Tucumán o de Jujuy- y a los que incluso lo consagraron por ley como Urtubey en Salta. El avance de la iglesia ha sido muy profundo y en este avance está el germen de la profundización de la barbarie misógina y machista que hoy se desata sobre la sociedad.


La lista sigue de la mano de la perpetuación de la precarización laboral a través de las cooperativas, de la ausencia de creación de empleo genuino, del encarecimiento del acceso a la vivienda, de la negativa a extender las licencias por maternidad y paternidad. Subido al pacto con la burocracia sindical y los bloques del PJ, Massa y del FpV, el año pasado el macrismo logró hacer aprobar una “Ley Omnibus” que elevó la edad jubilatoria de las mujeres que podrán acceder al subsidio allí aprobado. El ajuste y la pauperización de las masas sólo puede traer un destino más trágico para las mujeres.


 


Cancha despejada para el macrismo


 


Con este antecedente la cancha quedó despejada para el macrismo. Aunque Macri no es la primer opción de Francisco, que está detrás de la reconstrucción del PJ, si es la primer opción de la burguesía y por lo tanto Francisco se alinea. Macri defiende la primacía del Vaticano en nuestro país y para eso ya está en tratamiento una ley mal llamada de “Libertades religiosas” tendiente a habilitar la inserción de la educación religiosa en la escuela pública como ocurre en Salta. Para ejecutar su orientación el macrismo apela a una politica de desvíos, como lo es la paridad de género sin aprobar una sola ley de las que reclama el movimiento de mujeres. También aprovecha los crímenes contra las mujeres para incrementar el punitivismo del Estado.


 


Perspectivas


 


Frente a esto, el desafío del movimiento de mujeres es  plantarse de manera independiente de las organizaciones del régimen que defienden la explotación y las alianzas con el Vaticano.


 


Retomemos las asambleas, despojemos al movimiento de sus ataduras, coloquemos el eje en la cuestión de las reivindicaciones laborales para enfrentar la reforma en curso, lo cual requiere luchar contra las burocracias sindicales de todo pelaje, por la asistencia a las mujeres violentadas, integral con presupuesto adecuado y en manos de las organizaciones de lucha, por el desmantelamiento de las redes de trata y por el derecho al aborto legal seguro y gratuito. Nosotras tenemos todo lo que se necesita para lograrlo. Fuera los gobiernos ajustadores y postrados frente al clero. Viva la lucha de las mujeres organizadas.