Mujer
9/2/2019
Nueva maniobra judicial para bloquear el aborto no punible en Córdoba
Recurso de la ONG católica Portal de Belén. Redoblemos la movilización por la aplicación de la ILE
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La ONG católica Portal de Belén, que preside el legislador provincial anti derechos Aurelio García Elorrio, presentó un Recurso Extraordinario Federal para que la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) revise el fallo del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia (TSJ), que el 18 de diciembre declaró la constitucionalidad de la guía práctica que fija el procedimiento para la aplicación de los abortos no punibles.
El fallo que se pretende impugnar ha sido el resultado de la ola verde y la enorme lucha del movimiento de mujeres de la provincia, que logró quebrarle el brazo al poder político provincial y sus lazos con el clero, poniendo fin a casi siete años de derrotero judicial que impidió a miles de mujeres el acceso al derecho.
La interposición del recurso se inscribe en el modus operandi de los antiderechos que en nuestra provincia desde larga data apelan a las trabas judiciales para la obstrucción ilegal de los derechos de las mujeres. Ahora se pretende, una vez más, colocar el destino de estos derechos largamente conculcados en manos de la justicia provincial, que deberá resolver sobre la admisibilidad formal del recurso y si corresponde la remisión a la Corte Suprema para la revisión del fallo, lo que en los hechos es un nuevo trámite judicial que mientras se sustancia mantendrá suspendida la aplicación de los abortos no punibles en los hospitales provinciales.
La inviabilidad del recurso está fuera de discusión, se trata de una nueva maniobra dilatoria y de un absurdo jurídico a la luz de que la resolución que se busca impugnar sigue los lineamientos del fallo FAL de la propia Corte Suprema. Vale decir, durante años se le otorgó el carácter “cuestión litigiosa” a un debate ya saldado por la Corte Suprema desde el año 2012 ratificando la constitucionalidad del aborto no punible y la obligación de los gobiernos provinciales de garantizar su plena aplicación con solo la declaración jurada de la mujer o persona gestante.
Iglesia y Estado
La única razón valedera que llevó a que una institución oscurantista y reaccionaria haya logrado obstaculizar por la vía judicial cada uno de los derechos fundamentales de las mujeres de nuestra provincia en materia de salud sexual y reproductiva (la distribución gratuita de anticonceptivos, la pastilla del día después y en este caso, el aborto no punible reconocido en el Código Penal desde el año 1921), es la postración ante la Iglesia de todo el arco político gobernante y sus instituciones. El gobernador Juan Schiaretti del PJ provincial, con su discurso en la apertura de las sesiones legislativas de este año, tuvo el cinismo de intentar hacer demagogia con declaraciones referidas a los derechos de las mujeres, pero a nadie se le escapa que su gobierno se encuentra entre los que no adhirió al Protocolo Nacional de aborto no punible de acuerdo al fallo FAL, abriendo una veta para la actuación de los sectores antiderechos, para la trama judicial y política que hasta el día de hoy enfrentamos en las calles.
Las innumerables maniobras dilatorias que plagaron el proceso judicial fueron denunciadas no sólo en las calles, sino también en múltiples presentaciones administrativas, legislativas y judiciales, entre ellas un AmicusCuriae presentado por nuestra banca del Partido Obrero y el Frente de Izquierda, acompañada del Plenario de Trabajadoras. Y ante este nuevo zarpazo del sector clerical hemos actuado en consonancia llamando a movilizar y presentando un proyecto declarativo, para que la Legislatura y las fuerzas políticas que la integran se pronuncien por la inmediata aplicación del aborto no punible, garantizando su efectividad en todos los hospitales de la provincia.
8M
Frente a la avanzada reaccionaria contra la aplicación de la ILE (interrupción legal del embarazo) en distintas provincias del país, incluso en los casos más aberrantes como el de la niña jujeña de 12 años violada y obligada a parir mediante una cesárea, el movimiento de mujeres ha demostrado una enorme reserva de lucha, no abandonando la calle por el aborto legal, pese a los infructuosos llamados del kirchnerismo a unificar pañuelos y amigarnos con la Iglesia. Es que los múltiples flagelos que sufren mujeres y niñas como consecuencia de los estrechos vínculos del Estado y la Iglesia, hacen irreconciliables nuestras tareas en el marco de una marea verde que no se disipará en un año electoral. Por el contrario, es el momento de redoblar la acción callejera con un programa independiente. El próximo 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora construyamos un gran Paro Internacional del Mujeres, por el aborto legal, la separación de la Iglesia del Estado y por todos nuestros reclamos.