Este 24 de julio, concluida la feria judicial, la Mesa por la Libertad a Victoria Aguirre movilizará nuevamente en Misiones y en distintos puntos del país. En Posadas, habrá una concentración frente al Palacio de Justicia mientras que en la Ciudad de Buenos Aires marcharemos a la Casa de la Provincia de Misiones.

Nuevamente se hará sentirá el reclamo de justicia para Selene, libertad y absolución para Victoria y condena a su ex pareja, Rolando Lovera.

Selene –una niña de 2 años con retraso madurativo– fue asesinada por Lovera, pero la justicia misionera llevó a los dos al banquillo de los acusados y se niega a incorporar las pruebas que avalan la responsabilidad de Lovera y la condición de víctima de Victoria, sometida a una relación violenta bajo la amenaza de Lovera de que mataría a su pequeñe Selene –lo que finalmente sucedió.

Luego de que el juicio oral se suspendiera a causa de la recusación de la defensa de Victoria al tribunal por su escandalosa parcialidad –de la cual también hizo gala la fiscalía–, quedó al descubierto la orientación social de la Justicia, que como poder del Estado actúa de modo ejemplificador sobre las mujeres pobres para reforzar criterios oscurantistas sobre el rol de la mujer, como también hemos visto recientemente en los casos de Belén o de Higui. En este caso, se criminaliza a una madre víctima de violencia de género que debió sufrir que su agresor termine con la vida de su hija responsabilizándola por ello por el solo hecho de ser "la madre", en un juicio plagado de irregularidades y sin ninguna prueba. La saña de la justicia contra Victoria se expresa también en que la tiene presa hace más de dos años y medio sin condena ni motivo que justifique la prolongación de una prisión preventiva que superó todos los plazos legales. 

Hay que destacar, además, que Lovera llega al juicio acusado de homicidio simple cuando lo que corresponde es femicidio vinculado, como reclaman la defensa de Victoria y el movimiento de lucha que se ha formado en torno a este caso. Según la Corte, la Justicia se resiste a utilizar esa figura porque, según la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema, "los tiempos procesales para determinar la motivación de un homicidio son lentos" (Clarín, febrero de 2017). Un acto de cinismo para una justicia que actuó con apuro para responsabilizar y revictimizar a Victoria y que se niega a incorporar pruebas sensibles para el caso.

Como ya lo dijo su hermana, Claudia Aguirre, en la televisión pública, pesa sobre Victoria la condena de no haber sido una "mejor" madre, es decir que se la juzga por haber sido víctima de una relación violenta, y finalmente por no haber muerto en lugar de su hija. 

Este caso muestra crudamente cómo el Estado y sus instituciones, que niegan a las mujeres derechos elementales para que una mujer pueda apartarse de una relación de violencia, se ensañan contra mujeres como Victoria para enviar un mensaje de disciplinamiento sobre el lugar social reservado para las mujeres bajo este régimen y naturalizar la violencia de género como cuestiones del ámbito íntimo o doméstico.

Contra un Estado y un aparato judicial misógino y clasista, reforcemos la movilización popular movilizándonos masivamente por Victoria Aguirre.

Justicia por Selene, condena a su asesino. Libertad y absolución para Victoria.