El viernes 16/4 ocurrió otro hecho de violencia de género gravísimo. En esta ocasión, una mujer de 35 años resultó gravemente herida en manos de un vecino, que llevaba tiempo acosándola.

El hecho ocurrió cuando la víctima regresaba a su domicilio en moto; el agresor le clavó un cuchillo por la espalda, causándole una lesión de 13 cm de profundidad que afectó un riñón y parte del intestino, por la cual la mujer permanece internada con pronóstico reservado sin respirador. Luego del hecho, el agresor huyó y continúa prófugo.

Según testimonios de familiares de la víctima, el agresor le escribía mensajes desde la cárcel y llegó a irrumpir en su domicilio en una ocasión, amenazando a la mujer y a sus familiares, si la misma no accedía a mantener una relación con él. Además, indicaron no haber realizado la denuncia, por temor a las consecuencias que ello pudiera generar.

Este hecho sucede porque los agresores actúan en connivencia con un Estado, que perpetúa la violencia como forma de relacionarnos, que se beneficia con una población que respira y vive en el miedo, toda vez que no dispone ni presupuesto, ni mecanismos claros de denuncia y seguimiento.
Mujeres y diversidades necesitamos un Consejo Autónomo que podamos elegir, que tenga los recursos, profesionales y herramientas para hacer frente a la grave situación de violencia en la que vivimos.
Nos solidarizamos con la víctima y su familia y exigimos justicia por ella.