El Encuentro Nacional de Mujeres se desarrolla en el cuadro político de la crisis capitalista y de las próximas elecciones. Durante seis años, la mayoría parlamentaria del gobierno kirchnerista estuvo ajena a las principales reivindicaciones de las mujeres. Muy lejos de esto, el gobierno de Cristina Kirchner debutó quitando el estado parlamentario a los proyectos de legalización del aborto en 2007, y luego ratificó su posición en contra mandando a su ministro Randazzo a reunirse con Cynthia Hotton para garantizar la ‘cruzada’. La oposición parlamentaria apenas convocó a dos audiencias públicas en el lapso de un año por el tema. Oficialismo y oposición coincidieron en no tratar la cuestión en la etapa electoral, mostrando que las cabezas de sus partidos están en contra del derecho al aborto. Sólo el Frente de Izquierda defiende este y todos los derechos de las mujeres. El 1º de noviembre, cuando se vuelvan a tratar los proyectos parlamentarios, estaremos movilizadas reclamando aborto legal.

La agenda de reclamos

La lucha por el derecho a la maternidad, la vivienda, la educación, la socialización de las tareas domésticas, los jardines maternales en los barrios y lugares de trabajo, la atención sanitaria adecuada, la anticoncepción gratuita, el aumento de los profesionales para la atención ginecológica, el trabajo en blanco y el salario acorde a la canasta familiar, no puede quedar en manos de aquéllos que han sido hostiles a estos reclamos. El gobierno ha consolidado la precarización laboral y la tercerización, la falta de vivienda y la entrega de los escasos planes a los Shocklender. La oposición derechista sigue este libreto sin demasiadas modificaciones.

En más de tres años de Ley de Trata de personas, no se desmanteló una sola red de trata. Sin embargo las mujeres nos organizamos y logramos liberar a niñas secuestradas, logramos instalar la denuncia sobre la desaparición de mujeres para el negocio de la esclavitud laboral, desenmascaramos la ley kirchnerista que contiene la principal agresión contra las mujeres y establece que hay una forma de esclavitud admitida -aquella por medio de la cual se le imputa a la víctima haber consentido ser esclava. El principal absuelto de este flagelo es el Estado mismo, los políticos, los funcionarios, la policía y todo el andamiaje que garantiza que el delito de secuestrar, explotar y torturar personas se pueda llevar a cabo. Necesitamos más organización para terminar de cuajo con este drama.

El Encuentro

Las mujeres tenemos una experiencia propia de la cual aprender. El Encuentro Nacional, hoy en manos de una dirección conservadora, necesita cambiar su rumbo. El camino de la entrega del encuentro a la iglesia, el bloqueo a la continuidad, el esfuerzo por desarrollar el Encuentro en lugares alejados del centro de la escena política, conspiran no sólo contra el Encuentro mismo, sino fundamentalmente contra la posibilidad de que las mujeres convirtamos esa instancia en un ámbito de deliberación y preparación de las luchas que encaramos.

La lucha por el aborto legal es, en este sentido, emblemática. No puede desarrollarse sin un plan de movilización, que no puede estar supeditado a la agenda parlamentaria de los partidos históricamente hostiles a los derechos de la mujer trabajadora

Tenemos el desafío de utilizar el Encuentro como el ámbito de organización de las mujeres de todo el país. El Encuentro debe ser el canal de las trabajadoras docentes que están peleando contra Macri y su intento de destruir el estatuto, de las que se organizan contra los gobiernos kirchneristas que implementan la educación religiosa. Nuestra pelea es por defender los derechos democráticos a organizarse, a oponerse a las patotas y las represiones. La burocracia sindical es una de los mayores enemigos de las mujeres trabajadoras, tanto por la entrega de los derechos laborales como por la estructura de sometimiento contra las delegadas que responden a sus bases.

El Plenario de Trabajadoras concurre a Bariloche a batallar por este programa de lucha; vamos a reivindicar la lucha contra el tercerismo por la que fue asesinado nuestro querido Mariano Ferreyra, y a reivindicar su vida como un ejemplo de un joven militante y socialista; a Elsa Rodríguez, nuestra querida compañera que lucha con la garra de las mujeres valientes para superar las secuelas de las balas asesinas. Elsa se proponía participar de una movilización nacional por el aborto legal cuando, horas antes, la burocracia asesina amparada por la policía y los funcionarios del transporte se interpuso.

En honor a las Elsas, en homenaje a Mariano y en homenaje a todas las mujeres luchadoras, unámonos en una causa común por el programa de reivindicaciones de las mujeres: aborto legal, seguro y gratuito; trabajo en blanco; salario igual a la canasta familiar; 82% móvil para los jubilados; jardines maternales; triplicación del presupuesto en salud y educación. Separación de la Iglesia del Estado. La presencia del Frente de Izquierda en el Congreso sería un formidable punto de apoyo para estas luchas. Marchemos las mujeres, adelante por lo nuestro.