Otra vez represión
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En la tarde del domingo, cuando 70.000 mujeres se movilizaban por las calles de Rosario, se desató una feroz represión.
El gobernador Lifschitz y la intendenta Mónica Fein, orquestaron junto con el arzobispo de Rosario una provocación, gaseando y disparando a mansalva contra las manifestantes, los/as periodistas y fotógrafos que estaban cubriendo la marcha.
Con este operativo represivo, buscaron disipar los reclamos que iban a ser llevados frente a la catedral sobre la complicidad de la cúpula católica y el gobierno en el encubrimiento de los curas abusadores del norte santafecino, la responsabilidad de la Iglesia en el femicidio de Estado que resulta del aborto clandestino, la discriminación contra las minorías sexuales y los crímenes de odio.
El “socialismo” sojero de Santa Fe reprimió a las mujeres porque se vale de la injerencia política de la Iglesia para frenar la reacción popular por los cortes de gas en Rosario, la organización genuina de los desocupados del Gran Rosario, en el podio nacional de desocupación del país, y la lucha independiente de los familiares de víctimas de la impunidad contra la descomposición imparable del narco Estado santafecino.
El ex gobernador Daniel Scioli, en una muestra de cinismo mayor, salió a repudiar la represión en Rosario (a través de su cuenta de Twitter) luego de que él pusiera a disposición a la policía bonaerense para que el intendente Pulti de Mar del Plata defendiera a la agrupación fascista y a la iglesia católica de esa ciudad durante la marcha del Encuentro de Mujeres de 2015.
Repudiamos estos hechos. No a la represión en el Encuentro de Mujeres. ¡Basta de violencia institucional!
Foto: Javier Entrerriano