Bajo una torrencial lluvia, el pasado sábado 28 se realizó en la localidad bonaerense de Morón un pañuelazo por el aborto legal que convocó a más de 200 personas en la Plaza San Martín.

A pesar de las inclemencias del tiempo, las estudiantes secundarias y terciarias de la zona, junto a docentes y organizaciones del movimiento de mujeres, increparon al poder clerical justo en las puertas de la Cateral, al grito de "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir".

El crecimiento de esta lucha en el distrito impone profundizar la discusión en todos los ámbitos de trabajo y educativos. “El miércoles voy a ir a la escuela con mi pañuelo verde. No puede ser que en medio de este debate en la escuela nadie haga alusión a esto. Si no se entiende que esto puede cambiar la historia de miles de chicas, no se entiende nada", comenta Macarena, alumna de 5° año de la Escuela Virgina Gamba de Morón Sur, una secundaria confesional católica. 

En el Municipio de Ramiro Tagliaferro, donde las denuncias por violencia obstétrica en el Hospital de Morón crecen a diario, donde las políticas de género hacen agua por todos lados, donde se levanta un edificio de tres pisos que practica el aborto clandestino a un alto precio; las mujeres, en particular las más pobres, están en peligro. Lo sabe el juez, lo sabe el comisario, lo sabe el intendente y el obispo; todos los estamentos del Estado lo saben, lo que deja en claro los vínculos del poder judicial, policial y político con el mega-negociado alrededor de la clandestinidad de esta práctica, que en Argentina deja cientas de mujeres mutiladas o muertas.

Es necesario seguir construyendo un movimiento de mujeres independiente del Estado y de la Iglesia, organizadas por el aborto legal, seguro y gratuito, por una ley de educación sexual laica y científica y por la separación de la Iglesia del Estado.