Carla tenía 19 años cuando, el 12 de junio de 2011, fue asesinada luego de salir de trabajar del Bingo Oasis de Pilar.
El cuerpo sin vida fue encontrado por su hermano en una casa abandonada a cuadras de su domicilio, 72 horas después del crimen.

Las topadoras de la Municipalidad de Pilar destruyeron la casa y limpiaron la escena, eliminando todo tipo de evidencias y pruebas. El secretario de Obras Publicas, José Kastelic, ordenó la demolición con el aval del intendente Humberto Zuccaro. El funcionario fue imputado por falsificar las firmas de vecinos pidiendo la demolición, pero nunca enfrentó un juicio por el encubrimiento del caso. El entonces concejal por la oposición, Gabriel Lagomarsino, hizo una acusación señalando al hijo del exintendente, "Quique" Zúccaro, como uno de los autores del crimen.

Durante la investigación hubo tres imputados por el homicidio, pero todos quedaron sobreseídos por falta de mérito.
Los padres de Carla llevan adelante una lucha incansable para conseguir justicia por su hija, contra el poder político pilarense de ayer y hoy, que oculta y es cómplice de este crimen atroz.

A pesar de que sus voces son silenciadas por los medios locales oficiales, los padres de Carla inundan el centro de Pilar con fotos de ella. Hasta se han encadenado frente a la Municipalidad, hoy gobernada por Federico Achaval, quien antes fuera funcionario de Humberto Zuccaro.

Desde el Plenario de Trabajadoras de Pilar acompañamos a sus familiares y denunciamos la responsabilidad del Estado. Justicia por Carla.

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