Mujer

8/10/1998|603

Por la organización independiente de la mujer

Las trabajadoras no queremos ser usadas en el ‘mercado laboral’ por salarios de miseria y para que bajen los salarios de todos los trabajadores.


No queremos ser usadas en condiciones de extrema precariedad y para que precaricen, más aún, las condiciones de trabajo de todo nuestro pueblo y arrastren a más familias a la desocupación.


Estamos hartas de que nos quieran arrancar nuestros derechos laborales, conquistados con nuestra lucha, la de nuestros compañeros, de nuestros hijos.


El gobierno y los partidos oficialistas están alineados bajo esta política, secundados por la Iglesia, con el objetivo de aumentar los beneficios de los empresarios y el imperialismo.


No queremos que resuelvan ésta, su crisis, que según dicen es peor que la del ‘30, con mayor destrucción que la que ya nos provocaron.


Estos son los intereses que hoy atacan a la mujer, a la maternidad y a la niñez. Por un lado, quieren eliminar las licencias por maternidad, lactancia, día femenino, etc., y por otro, nos condenan a todas, a través de la persecución penal a Mirta Insaurralde, a la que un fallo unánime, reaccionario, antijurídico y de carácter clerical condenó por interrumpir una gestación que ella no había decidido.


Los criminales que quieren eliminar la protección a la maternidad y la crianza de los niños, acusan de criminales a las mujeres pobres, desocupadas, que no podemos acceder a anticonceptivos, ni sostener a nuestras familias, ni acceder al aborto aséptico, bien practicado.


Sólo podemos elegir entre acudir al hospital público por un cuadro infeccioso posterior, con el riesgo de ser procesadas, o dejarnos morir.


Tenemos en nuestro haber una gran experiencia: hemos luchado desde principios de siglo, junto a los trabajadores y, particularmente, en los últimos años, en cada huelga, en cada levantamiento popular y en cada movilización.


Tenemos por delante un próximo Encuentro de Mujeres, una gran asamblea donde miles de nosotras concurrimos con la expectativa de unir nuestras luchas y encaminarlas, organizadamente, al triunfo.


¿O no fue ésta, la principal preocupación del Encuentro del año anterior, en San Juan, y no fue la resolución sobre este tema el debate que marcó a cada comisión o taller?


Estaba presente la necesidad de que los recientes alzamientos populares fueran el inicio de una cadena de victorias. Nuestros encuentros han sido un gran avance, porque, año a año, fuimos dándole un carácter más masivo, combativo e independiente. Han sido una escuela para muchas.


Este año, en el Chaco, nos proponemos dar un paso más, porque necesitamos, imperiosamente, imponernos frente a los planes del gobierno, la ‘oposición’ y el imperialismo.


Por eso es que trabajamos intensamente, desde el acto por el Día Internacional de la Mujer, lanzando masivamente la campaña hacia el Chaco para constituir un gran movimiento unitario de mujeres, independiente de la política del gobierno y los partidos patronales, que potencie nuestra intervención, coordinándola en todo el país, sumando a más mujeres y a más organizaciones.


Estamos extendidas a lo largo de un territorio inmenso, con grandes dificultades económicas, desconectadas, a merced de una educación permanente en contra de nuestra emancipación, sólo con la conexión, el debate y la resolución ajena a la política patronal, de todas las mujeres y agrupaciones de luchadoras, de todo el país, lograremos actuar coordinada y efectivamente.


Oponerse a la organización independiente de la mujer es favorecer los intereses del gobierno y el imperialismo.


En el camino de la movilización unitaria e independiente, sumaremos a más trabajadores a la lucha.


Quién se atreverá a ejercer violencia contra la mujer si, por ejemplo, nuestra organización moviliza a miles de trabajadoras, miles de mujeres y hombres, el 25 de noviembre (Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer), en cada provincia, en cada centro de poder.


Esta es nuestra propuesta y reivindicación principal, que, como una instancia importantísima, llevamos, junto con nuestros micros de mujeres del Plenario, a este Encuentro en el Chaco: un movimiento independiente que arranque cada una de las reivindicaciones y lleve nuestras luchas al triunfo.