El martes se realizó una asamblea, convocada por Ni Una Menos, que reunió a unas 250 compañerxs cortando la calle en la zona centro de la Ciudad de Buenos Aires. Participamos un amplio abanico de organizaciones y sectores políticos, desde el campo del kirchnerismo-peronismo (el colectivo NUM, Patria Grande, la Utep, Nuevo Encuentro, Mala Junta, sectores sindicales de ATE, Sipreba, entre otras); organizaciones de la asamblea independiente (de la izquierda y organizaciones piqueteras) y compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal de la regional CABA.

Debates

La asamblea estuvo atravesada, como no podía ser de otra manera, por debates políticos de fondo. Desde la apertura se señaló que estábamos reunidas compañeras con muchas diferencias, pero que necesitábamos discutir cómo actuar en unidad frente al nuevo escenario post paso. La conmoción por el fenómeno Milei sin dudas fue un hilo conductor de la mayoría de las participantes.

Desde el campo del oficialismo, sin demasiado entusiasmo y con el alegato “aunque no nos guste”, “aunque nos hayan borrado de la agenda y raleado de las listas” y referencias de este tipo, no faltaron intervenciones planteando que la única salida era el voto a Massa. Entre ellas, las militantes de Sipreba y ATE, que, paradójicamente, son quienes deberían representar a lxs trabajadorxs que sufren un retroceso histórico de sus salarios, frente a una inflación imparable, y una precarización laboral que coloca en situación de extrema precariedad la defensa de los puestos de trabajo.

Hubo por parte de algunas organizaciones menores que integran Unión por la Patria un reconocimiento de que el voto a Milei expresa la bronca que hay en numerosos sectores que la están pasando muy mal -un importante punto de partida, aunque no contemplan en el análisis que el plan Massa-FMI solo va a agravar este cuadro. Nuevo Encuentro planteó que las elecciones marcaron que “se quebró el pacto democrático”, como si tal cosa comprendiera intereses de las mayorías populares que están privadas de todo derecho, empezando por el plato de comida.

Con menos ánimo de reflexionar sobre lo que se expresó en las urnas, hubo también una periodista de NUM que dedicó su intervención a hacer una reivindicación de Cristina Kirchner (por cierto anacrónica, refiriendo a los guarismos electorales que conquistó en 2011, sin mencionar el default político y electoral que significó la designación de Massa), llamando a movilizar el 1° de septiembre en su apoyo, al cumplirse un año del intento de magnicidio.

La intención de colocar este planteo entre las resoluciones de la asamblea tuvo que ser desarmada a minutos de que las mismas se den a conocer, señalando el despropósito de querer colocarnos en un alineamiento político con CFK, que no dijo una palabra sobre el ascenso de Milei ni mucho menos de la responsabilidad de su gobierno en estos resultados. Si perseveran en esta orientación, la unidad que dicen defender queda claramente cuestionada.

Desde el campo de la izquierda, con matices, enfatizamos en la necesidad de reclamar la ruptura con el FMI y mantener las definiciones de asamblea en el terreno de la independencia política. Se habló de las importantes luchas y reclamos populares que venimos sosteniendo en las calles sin interrupción, como hace la Unidad Piquetera en todo el país o el pueblo de Jujuy en la tierra de Morales, donde el peronismo votó la reforma reaccionaria y antiobrera.

El PTS desarrolló un planteo -también puesto por escrito en La Izquierda Diario– que considera que el aspecto más peligroso del programa de Milei es el cierre de ministerios, entre ellos el de Mujeres. Esta posición no solo coloca a quienes se dicen revolucionarios en un terreno de defensa del Estado capitalista y la modalidad en que organiza su gestión, sino que hace daño políticamente a las luchas que queremos defender hoy, ninguna de las cuales está en el horizonte del ministerio y su elenco de funcionarias. Por el contrario, el desprestigio de un ministerio que solo sirvió para acomodar en cargos del Estado a un sector minoritario mientras crecían el hambre y la pobreza de la mayoría de las mujeres es el que quieren explotar los Milei asimilándolo, en una operación política reaccionaria, a nuestras conquistas y nuestras demandas.

Desde el Plenario de Trabajadoras planteamos que era necesario discutir el contenido político de la unidad, en el marco de divergencias de fondo harto conocidas por todas. Que esa unidad en la acción tiene que ser sobre la base de nuestros reclamos y demandas, enfrentar ahora mismo el ajuste, la devaluación de Massa, defender el aborto legal y luchar por la separación de las iglesias del Estado. Hicimos un balance de la responsabilidad del gobierno en el crecimiento de Milei y la situación del país.

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Tareas

La asamblea finalmente se pronunció contra el ajuste y en defensa del aborto legal; el apoyo a la marcha piquetera del jueves 24, al 3° malón por la paz de las comunidades originarias y al reclamo de justicia por Luna, en defensa de las infancias libres.

Como propusieron las compañeras de la Campaña Nacional, se resolvió preparar una gran jornada de movilización el próximo 28 de septiembre (Día de Acción Mundial por la Salud de las Mujeres) por el derecho al aborto legal, con asambleas previas en los lugares de estudio, trabajo y en los barrios.

El próximo martes se realizará una nueva asamblea. Es importante poder debatir balances y posiciones políticas, sin ningún tipo de censura, pero sin someter a la asamblea a resoluciones que la subordinan a un campo político “anti-Milei” de la mano de los Massa y compañía. La independencia política de todos los gobiernos y candidatos del FMI es la premisa elemental para que podamos construir una lucha en común, poniendo en primera plana la defensa y la lucha por nuestros derechos y reivindicaciones.

https://prensaobrera.com/mujer/milei-y-el-derecho-al-aborto