Mujer

4/4/2023

Primer femicidio del año en La Rioja

El gobierno y el Estado son responsables.

Imagen extraída de El Independiente.

En la mañana de este lunes 3 de abril la noticia de un femicidio sacudió a la provincia de La Rioja. La víctima, María Laura Vega, madre de dos pequeñas niñas, tenía 35 años de edad. El femicida, Eduardo Colchad, una expareja de la víctima se terminó suicidando a pocas cuadras al ser acorralado por vecinos al intentar huir.

María Laura entrará ahora en las estadísticas como una más de las mujeres que perdieron su vida y que contaban con denuncias previas -y en muchos casos con órdenes de restricción para sus agresores por parte de la Justicia.

Como en todo el país, la justicia dicta perimetrales solo para descargar la responsabilidad del cuidado en la misma víctima.

En esta provincia no existe ningún dispositivo, judicial ni de ninguna dependencia estatal que realice un seguimiento de las denuncias, brinde efectiva asistencia y contención a las denunciantes, y aborde la situación de los denunciados, de modo de evaluar las medidas que fueran necesarias en cada caso, analizar el nivel de peligrosidad y la posibilidad de un abordaje multidisciplinario con diferentes enfoques y medidas según corresponda. Nada de todo esto aparece como preocupación de quienes nos gobiernan y legislan.

Ante este hecho terrible las funcionarias del gobierno solo se le ocurre enunciar en los medios que se trata de una cuestión cultural, arraigada en forma individual. También tuvimos que escuchar la verborragia alrededor de la necesidad de una reforma judicial “feminista”. Todo esto para quitarle responsabilidad a un Estado y a un gobierno que nos ajustan al servicio del FMI y nos violenta cotidianamente.

Pero lo cierto es que en La Rioja se vive el extremo de la desprotección como en el  caso conocido como Arcoiris, en el que se muestra como existe una permanente protección a los abusadores de niñxs, sobre todo cuando estos son amigos del poder.

O en el caso de un gobernador que vocifera a los cuatro vientos un “anda a trabajar vaga de mierda” a una docente que reclamaba sus derechos y que al realizarse la denuncia por semejante acto de violencia fue desestimada por la justicia en tiempo récord. Ante esto, el silencio de las funcionarias de toda la provincia fue atronador.

La salida, sin lugar a dudas, no vendrá de la mano de estas instituciones del Estado, responsable de las múltiples violencias que sufrimos sino desde nosotras mismas. Desde el Plenario de Trabajadoras exigimos la creación de un concejo autónomo de las mujeres que sea electo, revocable y que disponga del presupuesto suficiente para dar respuesta a nuestras demandas, como así también la elección popular de jueces y fiscales.

Llamamos a movilizarnos masivamente en la provincia para denunciar a este régimen y sus gobiernos responsables de la barbarie de la violencia y los femicidios.