El gobierno nacional está aprovechando el cuadro de crisis generada por la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández para arremeter, una vez más, contra las mujeres y diversidades. La novedad es el recorte del Programa Acompañar, que ha pasado de una duración de seis meses a solo tres. Este programa, ya de por sí insuficiente, fue en su momento la iniciativa “estrella” del ex Ministerio de Mujeres y Diversidades, hoy completamente desmantelado. Desde su creación en 2020, se estima que 352,385 personas han accedido a esta prestación.

Además del recorte en la duración, se han endurecido considerablemente las condiciones de acceso. Ahora, para acceder al programa, es necesario presentar una denuncia judicial o policial de violencia de género, un requisito que anteriormente no se contemplaba debido a las dificultades que enfrentan las víctimas al intentar denunciar en el sistema judicial o en las comisarías. Este decreto fue firmado por Milei, Guillermo Francos, y el Ministro de Justicia, Cúneo Libarona, quien recientemente protagonizó una gran polémica al negar la existencia de la diversidad en la identidad sexual durante una sesión en la Cámara de Diputados.

El Programa Acompañar ya venía en un claro retroceso debido a las limitaciones impuestas por el gobierno. Según datos del portal “Chequeado”, hasta el 12 de agosto de 2024, la ejecución presupuestaria fue de $21,516.6 millones, apenas el 31% de los $68,803.1 millones del presupuesto inicial. Esta reducción también se refleja en la Línea 144, que sufrió el despido del 38% de sus trabajadoras en junio.

Milei utiliza el desprestigio creciente del gobierno anterior para justificar estos atropellos. El daño causado por las políticas de cooptación del movimiento de mujeres del gobierno anterior es cada vez más evidente. Incluso Cristina Kirchner intentó distanciarse de manera vergonzosa al declarar que “nunca fue feminista”, alineándose por derecha con un gobierno reaccionario como el actual. El problema reside en aquellas que usaron el feminismo para disfrazar el ajuste fondomonetarista, apropiándose de las conquistas de un movimiento que, de manera genuina, se organizó y salió a las calles a luchar por sus derechos.

El camino para desmontar el Ministerio de Mujeres quedó allanado cuando el balance que sacan las propias trabajadoras es que no ha sido más que un recinto de funcionarias feministas sin políticas realmente transformadoras de la vida de las mujeres. Denunciamos el ataque contra las necesidades de las trabajadoras, pero no defendemos un organismo que ha sido bastante ineficaz para enfrentar a la violencia de género.

El programa Acompañar, que en su momento fue anunciado con bombos y platillos por el gobierno peronista como una política “de combate a la violencia de género” nunca fue más que una precaria medida asistencial frente al empobrecimiento masivo de las mujeres y diversidades que el mismo gobierno generó. Una asistencia económica que no permite superar en términos de ingresos los niveles de indigencia, por solo 6 meses, no puede ser presentada como una herramienta eficaz para “brindar independencia económica” y que una mujer en situación de violencia pueda emanciparse del agresor en su ámbito familiar. Digamos también que el plan era prácticamente clandestino, con casi nula difusión a nivel nacional, y que era incompatible con cualquier trabajo registrado o asistencia social, como el programa entonces denominado Potenciar Trabajo ¡que cobraban las mujeres más precarizadas y más golpeadas por el ajuste!

A esa precaria asistencia ahora Milei la reduce aún más, acotándola a solo 3 meses. La asistencia siempre estuvo atada al salario mínimo vital y móvil ($254,231.91 en julio), que desde hace años está por debajo de la línea de indigencia calculada en $405,697 para el mismo mes. Este monto claramente no brinda la protección necesaria (cómo tampoco ocurría en el pasado) considerando que incluso el alquiler mensual de una pensión o un monoambiente supera esa cifra, en medio de una inflación que sigue sin dar tregua, especialmente en lo que respecta a los alimentos. Y, como dijimos, muchas de estas mujeres, a cargo de sus hijos, no reciben ninguna otra asistencia del Estado.

Además, el programa promueve un “acompañamiento integral y acceso a dispositivos de fortalecimiento psicosocial”, coordinado con los gobiernos provinciales y locales. Este punto siempre fue de polémica porque al implementarse la política no se amplió la planta de trabajadores destinadas a tal tarea por lo que el acompañamiento no fue tampoco el punto “fuerte” del Programa Acompañar.

“No hay plata” para asistir a las víctimas de violencia de género, pero el gobierno sigue defendiendo los 100 mil millones de pesos de discrecionalidad para la Side de Caputo, destinados a espiar organizaciones de lucha, políticos opositores y periodistas. La “motosierra” de Milei es absolutamente misógina y contraria a las necesidades y derechos de las mujeres y diversidades más vulnerables.

Mientras la indigencia se duplica y la pobreza alcanza casi el 60% (llegando al 70% en la infancia), la violencia sigue en aumento y los números de femicidios no cesan. Es crucial retomar las calles con un movimiento de mujeres y diversidades independiente, que recupere la fuerza y la potencia necesarias para luchar.

Prepararemos una gran convocatoria para el XXXVII Encuentro de Mujeres y Diversidades ¡Organizadas, enfrentemos los ataques y las políticas de Milei!

“Cúneo Libarona vino a esta comisión con una banda de defensores de abusadores”

Vanina Biasi cruzó al ministro de Justicia en la Comisión de Género del Congreso. –

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