En la localidad de Chos Malal, Neuquén, en la tarde del día 26 de noviembre, en el  predio de la Iglesia María Auxiliadora, fue encontrado Héctor Alfredo Coñuel, de 44 años, acusado de abusar sexualmente de un menor de edad, con discapacidad, en la localidad de Trelew. El cura pedófilo estaba prófugo por otro hecho de abuso sexual en La Pampa, por el cual fue condenado a cinco años de prisión.

Conocido el hecho, la comunidad de Chos Malal salió a las calles en repudio. Es que el cura durante tres años residió en la parroquia de esta localidad, profugado, manteniendo contacto con adolescentes. Por eso, las noticias sobre los cargos que pesan en su contra generaron una gran preocupación e indignación.

Lo ocurrido generó  inquietudes entre los más jóvenes: ¿por qué la jerarquía clerical encubre los  abusos? ¿Quién sostiene económicamente a la Iglesia Católica? ¿Cómo nos organizamos para derrotar estos atropellos?

El Plenario de Trabajadoras de Chos Malal participó de una jornada de repudio en las puertas de la parroquia y planteó la necesidad de organizarse. La policía se hizo presente con una actitud intimidante ante los jóvenes, cuestionó la actividad y dejó un claro mensaje de ser ellos también garantes de la impunidad. Pese a ello, el repudio a los curas pedófilos pudo llevarse adelante. 

La próxima actividad será una actividad colectiva de apostasía.

Debemos seguir en las calles exigiendo la separación de la Iglesia del Estado, reclamar que se investiguen y se juzguen todos los hechos de abuso, y exigir con fervor Educación Sexual Integral en las escuelas.

El obispado de Neuquén y el Estado provincial son responsables del encubrimiento. Vamos a seguir movilizadas.