Mujer

17/1/2008|1024

Respuesta a Laura García Tuñón

Unamos fuerzas por el derecho al aborto


Hemos leído con atención y publicado en Prensa Obrera (http://www.po.org.ar/node/12972) la carta que me dirigiste acerca de la posición de la CTA sobre el aborto. El texto fue motivado por otro en el que saludamos los pronunciamientos de Ademys y la AGD (dos gremios de base de la CTA) sobre el tema del aborto, planteando, nosotras, una crítica a Moyano y a Yasky.


 


Estamos convencidas de que otra sería la historia si las centrales sindicales hubieran defendido en los últimos años los derechos femeninos al interior del movimiento obrero, algo que claramente no ocurrió y que se puede constatar si se revisan las cifras de trabajo precarizado entre las mujeres, la pérdida de conquistas en los convenios firmados, la desaparición progresiva de los jardines maternales, el mantenimiento de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, la pérdida de acceso a la salud, ya sea por la destrucción del hospital público o por la privatización y arancelización progresiva de las obras sociales y otros indicadores.


 


Dicho esto, no desconocemos acciones puntuales como la llevada adelante por la ex Secretaria de Género de la CTA, que viabilizó la práctica abortiva de la niña de Guernica; se tuvo que imponer en el circuito de la clandestinidad lo que debió ser practicado en el ámbito de la salud pública sin ningún obstáculo, ya que la ley lo ampara. Este y otros casos pusieron sobre la mesa el nivel de penetración que ha logrado la Iglesia Católica en estos años, en el ámbito de la salud, la educación y la Justicia. O sea que se ha afianzó la intervención de la Iglesia en el Estado contra nuestro reclamo histórico. Sin embargo, como se vio el último 28 de septiembre, hoy la CTA no está en la calle, de ninguna manera, peleando por conquistar el derecho al aborto ni ningún otro derecho femenino en concreto. Ni siquiera participó orgánicamente en la conferencia de prensa y en la acción callejera organizada por la "Campaña por el derecho al aborto" en esa oportunidad. No creemos que la cuestión del aborto sea un problema de concientización de la población, como opina el centroizquierdismo; es de naturaleza política, por las continuas vacilaciones de las organizaciones llamadas "populares" o "progresistas": ése es el obstáculo que existe. Desde hace mucho tiempo es conocido el concenso social con el que cuenta la legalización; sin embargo, enfrenta una enemistad declarada del gobierno de turno y de los izquierdistas que giran a su alrededor.


 


Es preocupación fundamental del Plenario de Trabajadoras que los sectores sindicales que se expresan en defensa del derecho al aborto, actúen en función de conquistarlo.


 


Estamos convencidas de que hoy hay una oportunidad, que necesitará de la acción común de los trabajadores y las trabajadoras.


 


El gobierno, como ha quedado claro con las declaraciones de Cristina K y de Ocaña, tiene una decisión declarada de ofrendar a la Iglesia este derecho para reconstituir las relaciones con el Vaticano. Esta cuestión es también un problema de política internacional. Varios gobiernos ‘progres' de América Latina están introduciendo retrocesos de importancia en lo referente a los derechos de las mujeres (Nicaragua) o se niegan a cumplir con el reclamo popular de legalización del aborto (Uruguay).


 


Algo está claro hoy: el gobierno ha declarado con absoluta contundencia que no legalizará el aborto y que también avanzará en obstaculizar los casos despenalizados. Se trata de una declaración de guerra en el país de América Latina con mayor mortalidad de mujeres embarazadas (todas ellas de los sectores más empobrecidos de la población). La clandestinidad del aborto ha ido en crecimiento (según la Organización Mundial de la Salud).


 


Una organización que proclama su supremacía numérica desde un mail, tiene la obligación de poner esa fuerza en la calle a favor de estos intereses tan sentidos. No desconocemos el número de afiliados de la CTA ni los textos que Hugo Yasky es capaz de firmar, sea a favor de la legalización del aborto o de la liberación nacional. Para el Plenario de Trabajadoras y para la CTA y para todos, sólo valen las acciones. Las acciones de Yasky lo han colocado desde hace mucho tiempo como un funcionario sin cartera de este gobierno. Incluso apoyó el ataque de Cristina Kirchner contra los docentes en su discurso inaugural.


 


Queremos conquistar el derecho al aborto, y eso se logra exclusivamente desde la unión de fuerzas con contradicciones y puntos de vista diferentes. Si perseguimos el mismo objetivo en esta materia, entonces debemos encontrarnos en este camino. Este año podemos aunar esfuerzos a nivel estudiantil, sindical y de todas las organizaciones para frenar esta masacre y para dar un paso adelante. Tenemos una primera oportunidad de hacerlo el próximo 8 de marzo.