Al momento en el que la Cámara de Diputados de Salta debía discutir y resolver, en la sesión del martes 29, dar fuerza de Ley a la adhesión al Protocolo nacional de aborto no punible y a la derogación del decreto provincial 1170/12 (que establece fuertes impedimentos judiciales para la aplicación del mismo en casos de víctimas de violación), diputados del PJ y el kirchnerismo dejaron sin quórum la sesión –mientras que legisladores del PRO ya habían anunciado su voto en contra.

La resolución que debía adquirir fuerza de Ley fue tomada por decreto por Juan Manuel Urtubey días atrás. El gobernador oscurantista se había visto obligado a derogar su propio decreto de 2012 frente a la confluencia de un alza del movimiento de mujeres salteño y de la conmoción pública, en la provincia y en todo el país, por el caso de una niña de 10 años violada y obligada a gestar un embarazo.

Bajo la sostenida presión de la Iglesia –incluida la alocución anti-aborto del arzobispo salteño Mario Cargnello en el Tedeum del 25 de mayo, en la cara de Urtubey, la movilización de los grupos “pro-vida” y los llamados telefónicos a los diputados por parte de los curas de sus distritos–, un amplio sector del Partido Justicialista y representantes del kirchnerismo local (Partido de la Victoria) se levantaron de sus escaños.

La actuación de las fuerzas

Tras el levantamiento de la sesión, el diputado del Partido Obrero Claudio Del Plá denunció la postración del PJ frente a la Iglesia y el boicot a que “tome fuerza de Ley algo que es un derecho esencial y que, en los últimos seis años, le costó la vida a mujeres y las convirtió en víctimas”, al obligarlas a parir y ser madres incluso habiendo sido violadas. En el decreto 1170 del año 2012 se obligaba a las víctimas de violación a contar con autorización de un juez para acceder al aborto –con una justicia completamente tutelada por la Iglesia Católica-, bloqueando y desalentando la práctica e impulsando la maternidad en niñas de manera exponencial. Las y los representantes del PO han estado al servicio de la lucha por su derogación desde el comienzo.

Al boicot de quienes abandonaron las salas deben sumarse aquellos que se mantuvieron en sus sillas para votar en contra, encabezados por varios diputados del PRO fanáticos del aborto clandestino bajo el lema de “Sí a la vida” –entre ellos Andrés Rafael Suriani y Martín De los Ríos Plaza. A ellos se suman representantes del PJ, como Esteban Amat Lacroix y Alejandro San Millán; figuras de la derecha local como el policía torturador Gustavo Orozco (olmedista) y miembros del Partido Renovador de Salta, ligado a la dictadura. 

En guardia

La postración del PJ, que antes había adherido al dictamen unificado que debía votarse en la sesión, pone de manifiesto que quien “corta el bacalao” en la provincia es el clero, por lo que la conquista del aborto no punible se encuentra directamente amenazada incluso con el reciente decreto.

Para el movimiento de mujeres salteño es un llamado a mantener la guardia en alto y a reforzar la lucha porque la adhesión al protocolo nacional tome forma de ley, en la perspectiva de una separación de la Iglesia del Estado –que guía la batalla nacional por la legalización del aborto en el Congreso.

Estas reivindicaciones estarán presentes el próximo 4 de junio en la Plazoleta 4 Siglos, donde se llevará desde las 17 horas la movilización en el marco de un nuevo Ni Una Menos. El Partido Obrero y el Plenario de Trabajadoras llaman a participar de la misma reclamando la inmediata legalización del aborto y contra el ajuste y el pacto con el FMI de Macri, Urtubey y el conjunto de los intendentes.