Mujer

11/10/2021

Salta: dos femicidios en una semana

Uno en Rosario de la Frontera, cometido por un policía, y el otro en Tartagal, cometido por un exconvicto condenado por otro femicidio.

Por estas horas las noticias dan cuenta que hay un pedido de captura para el policía Nicolás García, quien está prófugo luego de asesinar a su esposa, Gladys Paz, también policía. El sujeto está prófugo portando el arma reglamentaria. No se conoce si hubo denuncias previas, ya que en los casos de miembros de la fuerzas de seguridad se los trata de manera interna para ocultar las verdaderas cifras de violencia de género y familiar y no afectar a la institución.

Dicho más claro, impunidad estatal. Ese encubrimiento produjo varios femicidios en Salta, como el de Liliana Flores, quien fue asesinada por su esposo policía, que ingresó a la casa, aun con la consigna policial parado en la puerta. El policía que debía cuidar a Liliana dejó entrar al femicida “para tratar de arreglar la familia”. Salta no escapa a las cifras nacionales, donde 1 de cada 5 femicidios es cometido por miembros de la fuerza de seguridad. La impunidad está a la orden del día, en la misma magnitud que ocurren los casos de gatillo fácil u otros delitos en que aparecen involucrados.

El otro femicidio, que conmocionó a la localidad de Tartagal, es el cometido contra Susana Zerpa de 68 años. El asesino, Luis Rebilla, se encontraba con libertad condicional desde mayo de este año, luego de cumplir los dos tercios de la condena por matar a su esposa, Zulema Gómez en el 2011. Este sujeto mantenía una relación muy reciente con Zerpa y la mujer decidió romper el vínculo por los constantes maltratos. En este caso no cabe siquiera preguntarse si había denuncias previas.

Las mujeres en Tartagal reaccionaron con una movilización exigiendo la inmediata aprensión de Rebilla, que en un principio se dio a la fuga, con carteles que decían “Basta de Femicidas Sueltos”, “Paren de Matarnos”. Si bien este fue condenado cuando aún no existía la figura del femicidio en el Código Penal, había recibido una pena menor y no hubo ningún seguimiento sobre el comportamiento de este sujeto. En esa misma situación están muchos exconvictos que hoy están libres.

Van 12 femicidios este año, una de las cifras más altas del país. Salta a su vez es la provincia en donde se hace una demagogia enorme con la violencia de género, puro palabrerío. El ultraconservador Urtubey declaró la emergencia en violencia de género en el 2014, creó un observatorio de violencia que le armaba recomendaciones que no aplicó jamás.

Sáenz también hace lo suyo simulando ser inclusivo, cuando lo que reina es una impunidad brutal, desde arriba hacia abajo, empezando por la Corte de Justicia que acaba de dejar impunes a dos curas abusadores de niños. Prometió crear un fuero único en violencia de género en el mes de abril y no pasa nada.

En las provincias que ya existe esta reforma judicial no se produjo ningún cambio sustancial porque lo podrido es el régimen político, que, al igual que en Salta, nombra a jueces y fiscales para defender los intereses de la oligarquía, incluida la Iglesia, y no a las mujeres.

No va más, ninguna reforma que venga del Estado va a cambiar esta situación de tremenda descomposición, ni ministerios de la mujer, ni declaración de emergencia nacional. La única propuesta que tiene un planteo superador es el realizado por nuestra organización Plenario de Trabajadoras; queremos un Consejo Autónomo de la Mujer, en primer lugar para fortalecer a las mujeres contra el Estado, por eso mismo decimos que debe ser autónomo, electo y revocable por el voto e independiente de todos los gobiernos. Un consejo autónomo con poder político, popular, no de funcionarias oficialistas.

No solo necesitamos medidas concretas de protección a las mujeres y niñes que sufren violencia, tenemos que ir por todos los responsables de estos crímenes, que, como el de Susana Zerpa y Gladys Paz, va más allá del femicida. El ministro de Seguridad Pulleiro, exmilico y negacioncita de la dictadura, es responsable de la guarda y readaptación de los condenados, y, obviamente, es responsable político de la Policía provincial.

Como con la marea verde, pongamos en pie una gran lucha por un Consejo Autónomo de la Mujer hasta imponerlo.

¡Fuera Pulleiro!

¡Ni Una Menos!