Mujer

17/9/2019

Salta: otra vez la Iglesia contra los derechos de las mujeres

En la misa del Triduo del Milagro, un sermón contra el derecho al aborto

En la misa del Triduo del Milagro, el monseñor de Villa María, Samuel Yofre, sermoneó contra el derecho al aborto y la ideología de género, que en idioma clerical quiere decir que están en contra de la educación sexual científica y laica. Este personaje ya había dado que hablar el año pasado cuando fue invitado a la inauguración de un hogar refugio para víctimas de violencia de género en Villa María, donde dijo que el Sida es peor que el pecado y que las chicas trans son hombres disfrazados de mujer.


Yofre, además de destilar su odio anti mujer es el portavoz de toda una acción para poner al pueblo en contra de los derechos de las mujeres y la diversidad.


Dijo: “no queremos robo, violencia, aborto, ni ideología de género”, en una suerte de llamado a que vayan presas las mujeres que recurren al aborto clandestino y los docentes que enseñan educación sexual.


Pero los delitos que más crecieron no son los de robo, ni el de los motochorros, sino los casos de violencia familiar, abusos a niñas y mujeres. En Salta en el 2018 se registraron 14.500 denuncias de violencia de género, 2.200 egresos de hospitales por abortos incompletos y más de 300 niñas madres de entre 10 y 14 años.


No es la primera vez que la procesión del milagro es utilizada para tratar de imponer las posiciones más retrogradas de la Iglesia. En el 2017 hubo una  cruzada en defensa de la obligatoriedad del dictado de religión en las escuelas públicas, ese año la Corte Suprema falló a favor de los padres que denunciaron discriminación y segregación a los niños que no querían rezar ni estar en clases de religión. Finalmente el gobierno de Juan Manuel Urtubey tuvo que cumplir el fallo y dictar la clase fuera del horario escolar. En 2018 solo se inscribieron un 4% de los alumnos, este año nadie, por eso tuvieron que cambiar de funciones a las maestras de religión.


El año pasado el “milagro” fue prácticamente dedicado contra el aborto legal, a pesar que la ley había sido rechazada, justamente por obediencia debida de los legisladores al Vaticano; pero también para esquivar tener que referirse a las denuncias contra los curas abusadores que contaron con la protección de la curia salteña y del propio Papa. 


Desde el Partido Obrero sostenemos que es necesario separar a la Iglesia del Estado, para terminar con este tutelaje oscurantista sobre la educación, la salud y la justicia. El derecho al aborto legal, a la educación sexual científica y laica, y las reivindicaciones de la diversidad sexual se abrirán paso como parte de esta lucha de conjunto. Más aún de cara a la elecciones donde los candidatos y actuales gobernantes renuevan su pacto de fidelidad con la Iglesia para que siga siendo un factor de contención y disciplinamiento del pueblo que pasa las peores penurias como consecuencia de la descomposición capitalista.