Mujer
26/6/2019
Sanción por lenguaje inclusivo: los celestes quieren controlar las aulas
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Hace algunos días la Escuela Manuel Blanco Encalada de la ciudad de Junín, al este agrario provincial, fue escenario de una situación que cuestiona severamente la plena vigencia de las libertades democráticas y sobre todo la de expresarse.
Ocurrió que un grupo de madres y padres condenaron que la Vice directora utilizara el lenguaje inclusivo, para el saludo “buenos días a todas, todos y todes”.
En un principio el grupo de padres presento una nota rechazando la forma de saludar de la docente y argumentando que ese modo de hablar constituía una forma de adoctrinamiento en la “ideología de género”. Estos padres redoblaron su cruzada reaccionaria y con personas ajenas a la comunidad de la escuela, comenzaron a concentrar en la puerta de la misma a la espera de la docente denunciada para hostigarla. Una actitud y acción abiertamente antidemocrática y típica de los grupos pro fascistas.
La Dirección General de Escuelas intervino iniciando un proceso administrativo contra la docente y solicitándole que no utilizara lenguaje inclusivo. Es decir legalizando el accionar de un grupo fachistoide, que tiene como forma la patota para imponer por la fuerza lo que ellos consideran correcto en torno a la educación y valores
El pasado lunes 24 algunos padres, madres y personas ajenas a la escuela reclamaron una reunión con las autoridades de la DGE y la separación de la docente de la institución educativa. Llegó una delegación del gremio docente que fue expulsada físicamente por la patota anti derechos, con la anuencia de las autoridades gubernamentales presentes, al mismo tiempo que le daban el traslado a la docente.
Cornejo, como Bolsonaro, contra la “ideología de genero”
El uso del lenguaje inclusivo ha sido tomado como lo que es. Un señalamiento político de solidaridad con los reclamos del movimiento de mujeres y disidencias de parte de la directiva. El uso de esa forma neutra trata de poner de manifiesto un carácter machista del lenguaje, lo cual expresa, con distintos grados de conciencia y orientaciones políticas, sin lugar a duda una denuncia de la opresión existente en la sociedad que ha producido ese lenguaje. El uso de este lenguaje de parte de la directiva fue un hecho político como lo es cuando los docentes llevan a clases un pañuelo verde o naranja, o cuando han dado clases sobre Santiago Maldonado en las horas de derechos humanos. El reclamo contra la “ideología de género” al que ha dado curso el gobierno de Cornejo se parece como dos gotas de agua al llamado a poner fin al “adoctrinamiento” en las escuelas que ha sido uno de los pilares de la demagogia filo-fascista de Bolsonaro en Brasil. Desde ya es imposible una educación apolítica. Los actos escolares en particular tienen una fuerte impronta política, en general en defensa del estado y el status quo. Cornejo se pretende poner a tono con la ola reaccionaria que a nivel internacional protagonizan Trump y Bolsonaro, entre otros, y que viene reafirmándose en Argentina bajo la forma de los lobbys eclesiásticos celestes que se instalan en los distintos frentes patronales. Lo que se pretende es poner en marcha una persecución a los planteos políticos de lucha, con el apoyo de un sector de la comunidad organizado por grupos religiosos reaccionarios, para instalar un control político reaccionario de las escuelas.
El control político reaccionario tiene, claro, un objetivo más general. En las escuelas de Mendoza los trabajadores, el sindicato y las comunidades vienen denunciando un ajuste en marcha, con reducción de meriendas, cierres de cursos, problemas de infraestructura que se profundizan, salarios de miseria. El objetivo final del Cornejo con este accionar, no es simplemente cercenar el uso del lenguaje inclusivo, sino el de un ataque directo a las libertades democráticas para hacer pasar el ajuste. Esta es la continuación de sus políticas disciplinadoras como la reglamentación de las asambleas de trabajadores, a los procesamientos de Raquel Blas y los compañeros del SUTE, etc.
La escuela es la caja de resonancia de los problemas que atraviesa la sociedad, el ajuste en marcha lleva a que uno de los principales roles que cumplen las escuelas es el de garantizar que las y los niños puedan tener una comida diaria, apaciguar de alguna forma el deterioro de las condiciones de vida que viene sufriendo el pueblo trabajador. El Ítem Aula es el comienzo de la reforma laboral, la introducción de la productividad docente y junto las reformas educativas, son es una de las exigencias del FMI.
Los Cornejo, Macri, Schiaretti, Peppo y Manzur vienen llevando al pie de la letra el programa del FMI, y para eso necesita regimentar a las escuelas y a las masas. En función de esto cercenan la libre expresión, deliberación, y organización. Los trabajadores en su conjunto debemos resistir esto, pues lo derechos se ejercen, no se tienen. Profundizar la organización dentro de la escuela es nuestra principal tarea para frenar los planes del FMI, defender la educación pública, el conjunto de los reclamos de las mujeres, disidencias y el movimiento obrero, y la escuela como espacio de formación de pensamiento crítico para alumnos y sus trabajadores.