Mujer

16/3/2017

Se levantó la permanencia en el Consejo de la Mujer

Otorgaron asistencia a Karina Abregú, víctima de violencia de género.


En estos momentos, Karina Abregú y las compañeras de las Defensorías de Género decidieron terminar con la permanencia que mantenían  en el piso 9° del Consejo de la Mujer desde ayer a la noche, luego de que las funcionarias del organismo que dirige Fabiana Túñez cumplieran con las demandas de Karina, víctima de violencia de género.


 


"Las autoridades del organismo dieron la orden de pago de una suma de dinero, que Karina Abregú cobró hoy mismo, además de un plan mediante el cual se resolverán las otras demandas. En relación a las tarjetas de compra, que habían sido rechazadas en varios lugares de venta, se reprogramó su entrega (…) y se entregó la lista de los negocios y supermercados que las aceptan", informó Convergencia Socialista.  


 


Karina y su organización fueron al Consejo de la Mujer -máximo ámbito estatal que debería atender la problemática- a reclamar que se cumpliera la promesa de una ayuda asistencial a la que habían arribado, luego de años de idas y vueltas. El hijo de Karina había sido demorado días antes en un hiper mercado de la Provincia de Buenos Aires tras intentar pagar con unos cupones de compra que le entregó el propio Consejo de la Mujer, acusado de fraguarlos. 


 


Cuando Karina y sus compañeras llegaron a la sede del Consejo, se encontraron con un cordón policial frente a la sede del organismo público –eso sí, con policías mujeres y "perspectiva de género". Una de ellas incluso empujó a Karina. 


 


La historia de Karina es harto conocida por los funcionarios: su ex pareja, Gustavo Albornoz, intentó quemarla viva. Fue el primer hombre condenado por tentativa de femicidio en la Provincia de Buenos Aires. Ella había realizado sucesivas denuncias previas al ataque criminal, que fueron desatendidas sistemáticamente. Terminó con el 60% del cuerpo quemado. 


 


Desde la gestión kirchnerista de Mariana a Grass a la macrista de Túñez, no se ha atendido la situación social de Karina, en nombre de que para recibir un subsidio vitalicio tiene que tener por lo menos el 66% del cuerpo quemado, según la normativa del seguro.


 


Esta mezquindad leguleya es la demostración palmaria de que no existe en nuestro país ningún tipo de programa de asistencia, paliativo, para las mujeres que sufren violencia doméstica. Karina también reclama que el Estado atienda su situación médica, ya que sin trabajo y, por lo tanto, sin obra social, no tiene cómo afrontar el costo de su tratamiento, algo que también le fue denegado en varias oportunidades. 


 


Numerosas organizaciones se hicieron presentes en las puertas del CNM, entre ellas el Plenario de Trabajadoras, y los trabajadores de AGR-Clarín unificaron su reclamo al de las mujeres y Karina, con un corte y batucada, algo que fue saludado por las organizadoras de la medida. 


 


El caso de Karina debe servir de balance respecto del Consejo Nacional de la Mujer y papel del feminismo de Estado. Un organismo subordinado a una orientación capitalista de gobierno, es incapaz de dar respuestas a las demandas de las mujeres; la cooptación estatal de referentes del feminismo no ha robustecido las políticas de género, todo lo contrario. El movimiento de mujeres necesita tener un debate en profundidad al respecto.


 


Asistencia integral YA! para Karina Abregú y sus hijos


 


Por un Consejo Autónomo de la Mujer, elegido por voto femenino y revocable