Mujer

31/7/2019

Si algo le faltaba, ahora Espert hace campaña contra las mujeres

El candidato del “Frente Despertar”, José Luis Espert, lanzó en el día de hoy un nuevo spot de campaña que termina de pintarlo de cuerpo entero como “el candidato más reaccionario del sistema”.

En el video titulado “Espert, sobre el género y los privilegios” donde aparecen el candidato presidencial junto a la actriz de cosplay y militante liberal, Lilia Lemoine, se logra condensar en 40 segundos los prejuicios más retrasados contra la mujer para atacar de manera artera a uno de los movimientos de lucha más importantes de los últimos años.

En el spot, que Lemoine comparte en sus redes con el slogan “Basta de ideología de género”, Espert sostiene que “en nuestro proyecto, no importa si sos linda, fea, no importa el género. Lo que importa es el mérito, lo que importa es el esfuerzo.”

El concepto del mérito busca engañar y seducir a un electorado que día a día hace inmensos esfuerzos -para llegar a fin de mes, para estudiar, para acceder a una vivienda- y ve frustradas  sus aspiraciones por parte de un régimen que le niega todos los derechos. Pero no son las propuestas de Espert las que podrían revertir esa situación –sino sólo agravarla. Lo que hay detrás de esta defensa de la meritocracia y el “esfuerzo” es un burdo nuevo esfuerzo (al estilo Lanata cuando salió a atacar el reclamo por el cupo laboral trans) por ocultar la naturaleza opresiva del capitalismo, que subordina a la mujer a un lugar inferior y que necesita de la desigualdad de género para perpetuar la explotación social. El esfuerzo diario de las mujeres trabajadoras no las ha sacado de la pobreza ni elevado sus condiciones de vida, porque para eso hace falta alterar los cimientos mismos de esta sociedad.

 

 

El video prosigue: “Ningún privilegio. Basta de curro, basta de privilegios”. No se explaya más porque no podría justificar lo que dice. Los “curros” en nuestro país son el financiamiento millonario que reciben las iglesias católicas y evangelistas por parte del Estado, los blanqueos de capitales para las mafias de la trata de personas, el negocio de las clínicas privadas por practicar abortos clandestinos, los beneficios de las empresas que explotan trabajo en negro con salarios de miseria -y la lista sigue. Nada de ello está en el horizonte de lo que Espert considera necesario combatir. Para él el problema son las mujeres que se organizan contra esta brutalidad que sufren cotidianamente de forma “privilegiada” por parte de las iglesias, el capital, el Estado y sus instituciones.

La idea de los “privilegios” de las mujeres la refuta la propia realidad. En una Argentina donde aumentó la pobreza, la desocupación y la precarización laboral, las mujeres lideramos todos los rankings en cada uno de los ítems. Ganamos 27% menos en promedio, 1 de cada 5 jóvenes menores de 29 años está desocupada y 3 de 10 personas del decil de menores ingresos es mujer. Para la población travesti trans todo es peor: están condenadas masivamente a la prostitución y tienen un promedio de vida que no supera los 35 años de edad. Las estadísticas oficiales sobre el trabajo ni siquiera las contemplan.

Que Espert no es amigo de la lucha por los derechos de las mujeres no es novedad. Cuando tuvo que opinar por el derecho al aborto legal se limitó a sostener que era “un tema menor”, aunque también se declaró “pro-vida” y amplió: “No estoy a favor de que sea gratuito para todo el mundo. Puede ser para los que cobran planes sociales, pero sino que cada uno se pague el aborto”. De la realidad de la inmensa mayoría de mujeres precarizadas, changarinas y que laburan en negro, ni una palabra. Lógico por parte de alguien que defiende una reforma laboral que extienda la degradación del trabajo, elimine conquistas y liquide las paritarias. El programa de Espert no haría más que multiplicar la población que esté condenada a vivir de miserables planes sociales.

Si algo ilustra en esta materia la verdadera política de Espert es el hecho de que el Frente que encabeza en estas elecciones obtuvo su legalidad gracias al partido Unite por la Familia y la Vida  -el que permitió la candidatura de Amalia Granata que la consagró diputada provincial, y que forma parte del Frente Somos vida.

El “liberal” Espert demuestra una vez más que en realidad es un consagrado enemigo de la libertad, en primer lugar la de las mujeres, que para gozar de una vida libre y plena primero deben sacarse de encima las cadenas de la opresión. Por eso lucha la marea verde y el movimiento de mujeres.

Llamamos a las mujeres no sólo a votar masivamente al Frente de Izquierda, que representa la lucha más cabal contra estas alternativas reaccionarias, sino a sumarse a una intensa campaña para desenmascarar y combatir el veneno que representan estas ideas reaccionarias.