Nancy Montiel es una vecina del barrio Raffo de la localidad bonaerense de General Rodríguez y mamá de doce hijxs a los que crió en soledad. Su vida cambió a partir del 23 de septiembre de 2020 donde fue detenida y llevada a la cárcel; fue acusada sin pruebas por el asesinato de quien atacó sexualmente a unx de sus hijxs. Desde entonces, y en defensa de su absoluta inocencia, la lucha por su libertad se convirtió en una enorme causa popular. El 9 de abril habrá una nueva instancia judicial, en los Tribunales de Mercedes, en la que volveremos a las calles para que Nancy salga de la cárcel.

En las semanas previas a que fuera presa, Nancy había denunciado el hecho de violación sufrido por unx de sus hijxs a manos José María Palavecino, un vecino, y Claudio Montiel, hermano de Nancy. Lamentablemente, la Justicia y la policía hicieron caso omiso y, recién a los diez días, aplicaron la perimetral para proteger a Nancy Montiel y sus hijxs del hostigamiento de los familiares de Palavecino. En ese lapso, sucedió el “homicidio en banda” de José Palavecino, por el que detuvieron a Nancy, y en ese mismo día, también ordenaron la detención de su hermano Claudio. Los responsables de semejante arbitrariedad fueron las fiscales Alejandra Rodríguez, de la UFI 10, y Gabriela Urrutia, de la UFI 9, y el juez de garantías de Moreno, Gabriel Castro.

En todo este tiempo, las hijas e hijos de Nancy padecieron el absoluto ninguneo del municipio, a cargo de Mauro García. Solo gracias a una gran movilización de sus familiares, vecinos y organizaciones, el intendente y sus funcionarios empezaron a brindarles asistencia alimentaria, material y psicológica. Debemos recordar que durante la pandemia, Nancy Montiel cumplía una enorme labor social en su barrio, con un comedor al que concurrían unos 200 pibes.

El caso de Nancy, como tantos otros, pone en evidencia la entera responsabilidad del Estado en la violencia hacia las mujeres. Tanto la  Justicia como los  gobiernos, quienes  protegen a violadores, violentos y femicidas, se empecinan en castigar y criminalizar a las víctimas. Nancy fue doblemente abandonada por un Estado, ya que antes de su injusta detención tuvo que hacer frente sola a la crianza de sus hijxs sin un empleo estable ni una vivienda digna.

Finalmente, queda demostrado que el camino de la organización y la movilización es la única vía para alcanzar nuestras reivindicaciones. Llamamos a todos a seguir y profundizar la lucha por la liberación de Nancy, acompañando a sus familiares este viernes 9 abril a los Tribunales de Mercedes.

 

https://prensaobrera.com/mujer/no-hay-reforma-judicial-feminista/

https://prensaobrera.com/mujer/las-trabajadoras-mas-y-mas-pobres/