Mujer

8/3/2012|1213

Somos todas maestras…

8 de marzo: día internacional de la mujer trabajadora

Escritora, integrante del Frente de Artistas del PO de Córdoba

Entre las docentes y las mujeres que luchan contra la trata y contra la impunidad del Estado de la provincia de Córdoba, circula profusamente este comunicado del frente de Artistas del PO, inspirado en las luchas que tienen por protagonistas a las mujeres, que de esta forma rinden homenaje al Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Cuando Susana Trimarco declara ante el tribunal por la desaparición de su hija, Marita Verón, a manos de los tratantes de prostitución, y devela la trama del Estado detrás de la tela de araña de los prostíbulos, es una maestra.

Cuando Elsa Rodríguez resiste desde una silla de ruedas donde la dejaron postrada los balazos que asesinaron también a Mariano Ferreyra y, en esa misma silla, asiste a la marcha por el juicio y castigo a los responsables de ese asesinato y de su discapacidad, es una maestra.

Cuando las mujeres de Famatina, Andalgalá, La Alumbrera, Esquel y tantos otros yacimientos se enfrentan a los monopolios mineros y a la ley antiterrorista del gobierno K, son maestras.

Cuando las mujeres campesinas de Santiago del Estero, Chaco, La Rioja, Misiones, Santa Cruz (y cuanta provincia quepa en nuestra geografía) se enfrentan al desalojo de tierras para plantar soja y otras commodities, pagando con la sangre de sus hijos ese heroísmo, son maestras.

Cuando día tras día una mujer que percibe la cuarta o quinta parte de una canasta familiar se las arregla para dar de comer a sus hijos, conservar su salud y hasta quizás enviarlo a una escuela, es una maestra.

Cuando una joven aborta a riesgo de su vida, porque su pobreza no la protege de las leyes que le imponen el Estado y la Iglesia, ni aunque haya sido víctima de violación o incluso discapacitada, es una maestra.

Cuando una mujer que iba a trabajar pierde la vida o la salud en un tren urbano, que usufructúan los que viajan en aviones a entregar los recursos y los dineros de nuestro país a sus socios extranjeros, es una maestra.

La única que no es maestra es la que se sienta a tomar el té con sus amigas en vez de visitar a las víctimas de sus negociados. La única que no puede enseñar nada es la que no actúa desde el Estado y el gobierno a favor de las mujeres de su pueblo, sino de sus explotadores y opresores. Esa “no merece llamarse mujer”.

Las maestras de todo nuestro país están pidiendo un aumento de salarios que cubra sus necesidades, pero las señoras K prefieren despreciar su tarea que restarle un solo peso a la fortuna de los empresarios nacionales y populares.

¡Inmediato aumento del 30% al salario docente!

Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, a cargo de los hospitales del Estado.

Por la estatización del sistema ferroviario urbano e interurbano, bajo control de trabajadores y usuarios.

Cárcel a los tratantes de la prostitución infantil y adulta.

Juicio y castigo a los responsables de los asesinatos de luchadores sociales, mujeres y varones.