Mujer

2/12/2022

Thiago Almada y la “Gerencia” de géneros y equidad de la AFA

El esperado triunfo argentino no disipó la bronca del activismo que lucha contra la violencia de género.

Thiago Almada.

Sobre el final del último partido de la Copa Mundial que protagonizó Argentina contra Polonia, hizo su debut Thiago Almada. Fue convocado por Scaloni luego de la lesión de Joaquín Correa. Es exjugador de Vélez Sarsfield, y fue imputado por el delito de “abuso sexual agravado por acceso carnal y abuso grupal” en la justicia de San Isidro. La abogada querellante en la causa que continúa abierta, advirtió que se llevará la denuncia ante la FIFA. A su vez, expuso las maniobras de la fiscalía de Marcelo Fuenzalida que archivó la causa.

El 4 diciembre del 2020, luego de clasificar a cuartos de final de la Copa Sudamericana, algunos jugadores del plantel de Vélez celebraron en una casa del country Camino Real donde sucedió la violación. Entre los futbolistas presentes estaban Juan Martin Lucero y Ricardo Centurión quienes figuran como testigos, también el DT de Quilmes Juan José Acuña Delbene, que estuvo 6 meses prófugo después de la denuncia y recientemente fue detenido. Por su parte, Almada y Miguel Brizuela, fueron imputados en febrero del 2021 a partir del testimonio de la víctima.

Como suele pasar, la actuación de la justicia estuvo plagada de irregularidades. Primero se dividió la causa entre la denuncia dirigida a Acuña Delbene y la dirigida a Almada y Brizuela a pesar de que los 3 participaron de los mismos hechos. Los jóvenes futbolistas, a diferencia del DT, no están procesados porque para la fiscalía la evidencia en su contra es “débil”. Pero se los imputó por el contundente testimonio de la víctima, que concuerda con el de diferentes testigos. Todo el proceso se lentificó a la espera de estudios de ADN ordenados por la fiscalía y del resultado de los mismos derivó un informe confuso que no arroja respuestas. Además, la víctima y su defensa han sufrido amenazas a lo largo del proceso.

El kioskito de género: de Liniers a la AFA

Desde marzo de 2018 funciona en Vélez un Departamento de Géneros, Violencia y Equidad a cargo de la abogada Paula Ojeda, quien también forma parte de los representantes titulares del club. En noviembre de ese año, egresadas del instituto secundario de casi todas las promociones, nos organizamos por el apartamiento del coordinador de los campamentos escolares, relevamos más de 60 testimonios que redundaron en 3 denuncias judiciales. El reclamo de apartar al abusador triunfó gracias a la lucha que dimos, en cambio el flamante departamento con Ojeda a la cabeza se dedicó a persuadirnos de frenar la lucha. Para peor, cuando una de las estudiantes denunciantes decidió abandonar la institución por el hostigamiento de las autoridades, el club retiró el patrocinio que había dispuesto.

En enero de 2020, el departamento intervino ante la inminente compra de Ricardo Centurión a Racing. El extremo fue denunciado en 2017 por su expareja, y cuenta con una perimetral. Ante la bronca de las hinchas, el área de Ojeda anunció una cláusula especial de rescisión en caso de violencia de género y la compra se realizó. Frente al descontento, también se anunció un protocolo de actuación ante violencia de género para el club, que rápidamente demostró ser un maquillaje.

En junio del 2020 Miguel Brizuela -imputado actualmente junto a Almada por violación grupal- fue denunciado judicial y públicamente por la familia de quien era su pareja luego de desfigurarle el rostro. Vélez activó el flamante protocolo, separó a Brizuela 3 meses y luego lo incorporó porque la justicia archivó la denuncia por maltrato físico. Después de eso, Brizuela jugó la sudamericana y festejó en el Country de San Isidro junto a Almada y Acuña Delbene.

Cabe señalar que cuando se desata el escándalo de la violación grupal, Paula Ojeda en carácter de directora del área de género Vélezana se dedicó a encubrir a los implicados señalando que según la justicia ellos eran testigos y que “No hay por qué sancionarlos” (Olé, 7/12/20). Para el departamento de género de Vélez, violencia de género es lo que la justicia misoginia y revictimizadora diga que es, por eso la “cláusula Centurión” es puro humo. Pocos meses antes del mundial y después de todos los ¿triunfos? de Paula Ojeda maniobrando y garantizando impunidad para los violentos, Chiqui Tapia la nombró gerenta del nuevo Departamento de Equidad y Género de la AFA creado en 2019. Hay un interés de extender áreas de género en los clubes más convocantes, con este carácter de adaptación a los negociados de las autoridades.

Con las autoridades a la cabeza, continúa la impunidad para los violentos

Ojeda no esconde el carácter subordinado de su área “la Comisión Directiva es el órgano superior y autoridad de la institución y nosotras desde el área de género lo que hacemos es una recomendación” (Olé, 26/2/2021). Pero no hay recomendación que valga si el jugador en cuestión es rentable para los negociados de las autoridades. Por esto también se explica la adaptación del departamento a las definiciones arbitrarias que toma la justicia y desestimando a las víctimas.

La puesta en pie de espacios para luchar contra la violencia de género en los clubes es necesaria, se puso de relieve en el 2018 con la lucha que dimos por sacar a profesores abusadores del colegio que forma parte del club. Pero estos espacios deben estar conformados por las socias y funcionar con independencia a las autoridades para sortear la impunidad que emana del negociado. Las mujeres y diversidades socias de los clubes necesitan deliberar e intervenir con autonomía ante episodios como la compra de jugadores denunciados o el acompañamiento a las víctimas, así como por las reivindicaciones propias de la actividad deportiva y recreativa. También para organizarse por reclamos más generales, como la necesidad de una reforma real de este sistema judicial misógino.