Mujer

29/3/2017

Tucumán: el clero y el poder político contra el movimiento de mujeres


La Iglesia Católica en Tucumán ha emprendido una campaña contra el aguerrido movimiento de mujeres de esa provincia que viene de conquistar la absolución de Belén, de la mano de una lucha nacional implacable contra los agentes del Estado.


 


La escalada fascistizante cuenta con el aval de los socios políticos del clero, empezando por el propio gobernador clerical del Frente de la Victoria, Juan Manzur, y de todo el arco político patronal, del PRO al radicalismo, pasando por el partido del ex genocida Antonio Bussi.


 


 


25M vs 8M


 


El 25 de marzo la cúpula clerical impulsó una marcha en el “Día del Niño por Nacer”, con una concurrencia relativamente numerosa, que sin embargo debe ser precisada.


 


La participación fue abonada por el intendente de la Capital, Germán Alfaro, integrante del Acuerdo para el Bicentenario, que se jactó en los medios de haber “contribuido” con 12 colectivos. El apoyo de Manzur se expresó entre otras cosas en el impulso de su bloque a la declaración de interés legislativo de la "peregrinación con la Virgen", donde el gobierno tiene mayoría. En los colegios religiosos, la curia ejerció una fuerte presión sobre padres y alumnos para que concurrieran.


 


Este bloque político opera negando sistemáticamente derechos a las mujeres tucumanas, como sucede con la Ley de Salud Reproductiva y Procreación Responsable, que la Legislatura se niega a sancionar –es la única provincia del país que todavía no lo ha hecho.


 


La convocatoria se replicó en otras provincias, sin mayor trascendencia desde el punto de vista de la participación popular, alertada sobre la responsabilidad clerical en el abuso infantil sistemático y la impunidad de que gozan los curas abusadores gracias a la protección del Vaticano y del Papa Francisco, entre otras tropelías.


 


Esta movilización clerical–gubernamental fue una respuesta a la multitudinaria movilización del 8 de marzo. Esgrimieron como uno de sus principales objetivos “desagraviar a la Virgen” luego de que un grupo de artistas desarrollara una performance en la puerta de la Catedral, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que representaba el aborto del patriarcado.


 


Las activistas están siendo víctimas de una persecución feroz por parte de la Iglesia y los distintos poderes del Estado; por caso, bussistas, radicales y macristas pidieron en la Legislatura y en el Concejo Deliberante que se “repudie” la performance. El legislador del PRO, Alejandro Colombres Garmedia, fue incluso más lejos, y reclamó que el gobierno brinde datos de los lugares de trabajo de las mujeres y que se las aparte de sus funciones.


 


 


Zecca, misógino declarado


 


Como parte de la campaña de preparación a la marcha del 25M, el arzobispo tucumano, Alfredo Zecca, salió a confrontar lo que en el lenguaje del Papa Francisco sería "la ideología de género": “Yo quisiera saber si no hay cierta exageración en el número de femicidios porque en ciertas cosas se va exagerando, ¿eh? Hay no sé cuántos miles de abortos y miles de femicidios. También se mueren hombres” (El Tucumano, 21/03).


 


Negó así la existencia de la violencia de género, en un país en el que según las últimas estadísticas una mujer es asesinada cada 18 horas. Esta posición misógina es la adecuada a una institución que sostiene ideológicamente el lugar subordinado de la mujer bajo el capitalismo y sostiene que su lugar “natural” se reduce al ámbito de las relaciones domésticas. En palabras de Zecca: “A la mujer hay que respetarla porque ella también en algún sentido (sic) es sagrario de la vida”. O sea, como madre y nada más.


 


Las declaraciones fueron también un tiro por elevación contra Belén y las mujeres que en todo el país lucharon por su libertad, una batalla indisoluble por terminar con la criminalización del aborto y su definitiva legalización. Mientras el arzobispo relativizaba las cifras de las muertas por aborto clandestino, otra mujer perdía la vida en la maternidad provincial.


 


Zecca fue más allá e instigó en vísperas de la marcha a que se hostigue a las activistas que representaron a la Virgen abortando: “Lo que no voy a permitir es que se utilice eso (sic) que es legítimo para hacer ataques a la Iglesia, pedir cosas que son delito, como el aborto, o cometer sacrilegios (…) si hubiera sucedido eso en un país musulmán estaba muerta esa mujer. No lo dude, estaba muerta; ya la hubieran matado”


 


Sobre estos fundamentos reaccionarios es que la Iglesia convocó a una marcha el 25 de marzo, que fue apoyada por la municipalidad, la legislatura y el gobierno provincial.


 


Por un movimiento de mujeres independiente del Estado y la Iglesia


 


Desde el Plenario de Trabajadoras continuaremos impulsando todas las acciones de lucha que denuncian el ataque de la Iglesia al movimiento de mujeres y el carácter fascistizante contra las compañeras Socorristas.


 


Luego de la absolución de Belén tenemos que redoblar la organización independiente del movimiento de mujeres por todos nuestros derechos:


 


*Separación de la Iglesia del Estado


 


*Educación sexual científica y laica. Basta de injerencia clerical en las escuelas


 


*Anticonceptivos gratuitos y de calidad


 


*Aborto legal, seguro y gratuito


 


*Ni una Menos. El Estado es responsable