Mujer
16/2/2017
Tucumán: en la universidad gobierna un régimen de encubrimiento de los abusadores
Es necesario un Consejo Autónomo de las Mujeres electo por las propias universitarias e independiente de las autoridades y del gobierno
La Universidad Nacional de Tucumán se ha transformado en una institución donde se encubren todo tipo de abusos y atropellos contra las estudiantes, las docentes y trabajadoras no docentes. A mediados del año, pasado en la Facultad de Artes, una estudiante fue abusada sexualmente por un compañero en las instalaciones de la facultad. Conocido el hecho, el movimiento estudiantil -por medio de una asamblea- reclamó la expulsión del abusador. Sin embargo, las autoridades se colocaron del lado del victimario. Lo mismo hicieron las autoridades del Rectorado, declarando que resolver esas situaciones no les correspondía e incluso destacando que no había presupuesto destinado para atender esos casos.
En varias facultades son de público conocimiento los acosos sexuales y psicológicos por parte de algunos docentes hacia las estudiantes. En Odontología la situación está naturalizada. Allí, la Agrupación Sin Anestesia, el único agrupamiento combativo de la facultad, impulsó el año pasado -en el marco del Ni Una Menos- una encuesta anónima consultando cuáles eran los principales problemas en la facultad y la cuestión de los abusos surgió por encima de otros problemas académicos. Frente a las denuncias, tanto las autoridades del decanato como el centro estudiantil dirigido por la Franja Morada se han encargado de perseguir a quienes se han animado a realizarlas, imponiendo un régimen de silencio e impunidad.
En el ámbito del propio Rectorado, las denuncias por acoso laboral y sexual de varias trabajadoras contra un importante funcionario, terminaron en un escándalo. Frente a un movimiento de mujeres organizado por docentes y estudiantes que organizó una campaña que trascendió a los medios, la conducta de la rectora y el Consejo Superior fue defender a capa y espada al acosador, que al encontrarse en la cima de la ola del escándalo presentó la renuncia, renuncia que fue aceptada en lugar de investigar y separarlo por abusador.
Otros hechos que no pueden ser omitidos son los dos casos de abusos en el 2013 a estudiantes del Centro Prebisch, ocurridos en el Parque 9 de julio (área donde se encuentra el centro universitario que reúne a 4 facultades) y que suscitó una masiva reacción estudiantil con toma de facultades, marchas y cortes reclamando justicia. En aquel entonces, el rector era Juan Cerisola y Alicia Bardón su vice. Hoy, Cerisola se encuentra procesado por la justicia por malversación de fondos de la UNT.
Frente al reclamo estudiantil por justicia, al que se integraron otras demandas, el gobierno universitario se lavó las manos en lo que corresponde a la atención de las víctimas y sólo ofreció poner más policías en el parque cuando en Tucumán la policía esta denunciada en numerosos casos por estar asociada a las redes de trata y sus integrantes denunciados en numerosos casos de violación y zonas liberadas.
Hoy en la UNT se están dando importantes pasos de organización de las mujeres para terminar con estos atropellos. La constitución de la Comisión de Género entre las docentes, impulsada por Adiunt, y la secretaría de género de la Federación Universitaria de Tucumán (FUT), impulsada y representada por la UJS-Plenario de Trabajadoras, son pioneras en este sentido.
De conjunto, nuestra lucha debe apuntar a poner en pie un consejo autónomo de mujeres independiente de las autoridades y del gobierno, electo por todas las mujeres de la universidad, exigiendo a las autoridades presupuesto especifico para que pueda funcionar y atender las denuncias e intervenir frente a ellas y brindar asistencia a todas las mujeres que lo soliciten.
Esta es la bandera, junto a todos los reclamos que se van popularizando: la necesidad de instalar guarderías infantiles para que ninguna mamá deje de estudiar, por la expulsión de los abusadores, por justicia para Paulina y justicia por todas las víctimas de violencia en la UNT.
Con este programa, desde la UJS y el Plenario de Trabajadoras nos movilizaremos el 26 de febrero, cuando se cumplan 11 años del crimen de Paulina Lebbos, estudiante de la facultad de Filosofía y Letras, y el 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora, en el marco paro internacional de mujeres que engloba a más de 30 países.