Luego de más de una década desde que ocurrieron los hechos, llega a su fin este 31 de octubre el juicio por abuso sexual en la infancia que busca encontrar justicia para Luna Corín.

Durante el transcurso de dicha jornada tendrá lugar la audiencia en la que la defensa del abusador presentará sus alegatos. Una defensa alineada ideológicamente con lo más rancio del movimiento antiderechos, encabezada por la abogada Patricia Anzoátegui, conocida referente del movimiento contra las llamadas “falsas denuncias” y apologista del falso Síndrome de Alienación Parental (SAP).

La estrategia desplegada por la defensa en manos de la mencionada abogada tuvo como pivote principal cuestionar la militancia en el movimiento de mujeres y madres protectoras de la mamá de Luna, Yama Corín, a la que acusa de “haber implantado en su hija” los recuerdos de los abusos sufridos. Los mismos que Luna volcó en su declaración con total contundencia.

Esta forma de proceder solo puede explicarse en la utilización del falso SAP, teoría desarrollada por Richard Gardner, pedófilo confeso, destinada a desestimar la voz de las infancias y adolescencias denunciantes e invertir la carga de la prueba hacia las madres protectoras que se atreven a acompañar a sus hijxs en la búsqueda de justicia.

Cabe destacar que esta teoría, rechazada en todos los ámbitos académicos a nivel global, encuentra su nicho de aplicación en el ámbito judicial: un botón de muestra de las múltiples violencias que el Estado ejerce sobre las mujeres y niñxs.

Tanto Luna como Yama vienen librando una batalla constante contra una Justicia que, lejos de estar a la altura de las circunstancias, las revictimizó sistemáticamente a largo de más de una década. Como ejemplo de esto, basta decir que el acusado, un docente exmilitante de Izquierda Socialista que encontró durante 10 años cobijo en esta organización, tuvo como privilegio lo que Luna no tuvo como derecho: se le permitió participar del debate remotamente, tanto a la hora de escuchar a lxs testigos como de verter su declaración, haciendo lugar al temor que le generaban las concentraciones que tuvieron lugar en cada una de las audiencias afuera del Tribunal. La contrapartida de esta concesión hecha por la Justicia al acusado contrasta de lleno con las múltiples dilaciones que le arrebataron a Luna el derecho de declarar en cámara Gesell por haber alcanzado la mayoría de edad.

Llegar a esta instancia definitoria es el resultado de haber recorrido un camino de organización y lucha que desde el Partido Obrero y el Plenario de Trabajadoras acompañamos en cada instancia. La situación es compleja, sobre todo para Yama que, en caso de ser absuelto el acusado, puede recibir un sinfín de reprimendas judiciales. Es por eso que es importante redoblar los esfuerzos para acompañarlas en estos momentos definitorios para garantizar desde las calles el pedido de condena al abusador.

En esa perspectiva, te invitamos a sumarte a bancar a Luna y Yama en esta última audiencia del juicio el día martes 31 de octubre desde las 9:30 horas frente a los tribunales de Lavalle 1171 para unir nuestras voces y nuestra fuerza en un solo grito ¡abuso sexual en las infancias Nunca Más!, basta de falso SAP, justicia para Luna.

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