Mujer

13/11/2008|1063

Una burla

Ocho años para el violador de Eli Díaz

La Cámara del Crimen cordobesa y el fiscal de la causa consideraron que 8 años de condena eran suficientes para Arturo Benavídez, el patrón que violó a Eli Díaz, su empleada doméstica, desde que ella tenía 9 años y hasta los 18. El fallo es una prueba de que, para la justicia cordobesa, abusar durante casi una década de una trabajadora -en este caso de una nena trabajadora- merece la mitad de castigo que robarse un auto. Los jueces no se conmovieron ni siquiera por el hecho de que Benavídez enloqueció a su víctima a tal punto que, embarazada de su patrón, Eli mató al bebé inmediatamente después de parir, sola y desangrada, en el baño de la casa del violador.

La Justicia sí fue implacable con Eli, que pasó 11 meses en la Cárcel de Bower. Sólo que el pueblo de San Javier decidió que no permitiría que corriera la suerte de Romina Tejerina y se movilizó sin tregua hasta que obligó a la Justicia a reconocer que la joven había actuado en un estado “crepuscular”, de emoción violenta. También obligó a la Justicia a admitir la denuncia de violación contra el ‘hombre fuerte’ del pueblo. Después de regocijarse durante años en público de las porquerías que le hacía a la joven, Benavidez pretendió negar los abusos, pero el ADN de la criatura demostró que mentía.

Benavídez logró que lo juzgaran en la capital de la provincia, lejos de Villa Dolores y de sus vecinos de San Javier.

Pero en Córdoba Capital también se organizó una Comisión de Apoyo a Eli, de la que forma parte el Plenario de Trabajadoras. La Comisión juntó firmas y montó una campaña con volanteos, afiches y denuncias en los medios, para enterar a la opinión pública de que la Justicia estaba montando un dispositivo de impunidad.

Cuando trascendió que la fiscalía solo iba a pedir 8 años de condena, organizamos una marcha y una radio abierta. Como dijo la propia Eli: “ocho años son pocos para los diez de tortura y padecimientos a los que me sometió”. Denunciamos que el Estado y la Justicia son cómplices de los violadores.

Al conocerse el fallo, que también nos encontró movilizados en Tribunales II, denunciamos frente a todos los medios que ocho años son una burla, que no aceptábamos una lavada de cara de un tribunal que sin contar con ningún atenuante daba la condena mínima, que era la demostración del amparo institucional al derecho de pernada y las violaciones.

Nos vamos a seguir movilizando, para terminar con la impunidad, por condenas efectivas para las violadores. Porque la absolución de Eli, que está apelada, debe conseguirse definitivamente, porque seguimos reclamando por la Libertad de Romina.

El próximo 25 de noviembre nos tiene que encontrar movilizadas en las calles de todo el país, luchando en el Día Internacional Contra la Violencia hacia la Mujer.