El día de ayer, se dio a conocer por redes sociales una nueva denuncia de una mujer que se sometió a una intervención quirúrgica en el Sanatorio Güemes y fue abusada sexualmente estando anestesiada.

“Este jueves, después de despertar de una cirugía en una de sus piernas, la víctima se despertó ensangrentada por un desgarro en su zona genital, por lo que tuvo que recibir atención médica específica para esas lesiones” (Página 12).

Con este ya se estarían contabilizando 3 casos similares dentro del hospital, todos con las mismas características, y otro en el Sanatorio San José, en donde una mujer fue violada por 4 enfermeros mientras estaba internada.

La abogada que está a cargo de la causa manifestó que el Sanatorio no está proporcionando las pruebas necesarias para avanzar en la investigación, y “… denunció que la investigación de las dos causas anteriores se encuentra estancada porque “fueron adulteradas las grabaciones de video registradas durante la operación” (Página 12) y que cree “… que nadie habla porque hay un miedo de perder el trabajo y eso exige de una persona de poder controlando que nadie delate”  lo que denota un encubrimiento por parte de los directivos del hospital, que además no le proporcionaron a la denunciante la atención apropiada para estos casos, ya que le recetaron una medicación para las lesiones que tenía para que la fuera a comprar por sus propios medios.

No es la primera vez que salen a la luz casos de violencia de género dentro de una institución de salud. Son conocidas las denuncias en el Servicio de Cirugía del Hospital de Clínicas en donde varias residentes denunciaron haber sufrido abuso sexual por parte de médicos del servicio. Situación que, al igual que el caso del Güemes, fue encubierta por los directivos del hospital.

En todos los casos predomina la ausencia de una respuesta institucional que ampare a las denunciantes y tome cartas en el asunto. Por el contrario, se dejan impunes estas situaciones que no hacen más que reproducir la violencia de género que seguimos viviendo día a día las mujeres en la sociedad y particularmente dentro del sistema de salud, en donde somos las principales víctimas de violencia de género, como lo demuestran la gran cantidad de casos de violencia obstétrica, discriminación según nacionalidad a la hora de la atención, la privación del acceso a anticoncepción o tratamientos acordes a nuestras necesidades de salud, situaciones para las que el Estado no da respuesta.

Exigimos justicia por las víctimas y la investigación de todos los hospitales y clínicas con denuncias.