El día miércoles 6 de abril a las 18 se llevará adelante una audiencia pública sobre Violencia Obstétrica en el Concejo Deliberante de Merlo producto de la denuncia pública por violencia obstétrica, en el hospital Chutro, realizada nuevamente por parte de Rocio Elizondo. A raíz del hecho, se llevaron adelante numerosas denuncias por violencia obstétrica en diferentes instituciones de la región.

De la audiencia participarán víctimas de violencia obstétrica en diferentes hospitales (Chutro, Pontevedra, Morón), profesionales de la salud y miembros del Observatorio Contra la Violencia Obstétrica junto a Romina del Pla Diputada Nacional del Frente de Izquierda Unidad y Vanina Biasi, Dirigente del Plenario de Trabajadoras y la Concejal por el Partido Obrero en el FIT Flavia Tesone.

En el día de hoy 31 de marzo hemos elevado un pedido de informe de carácter urgente relacionado a las denuncias de violencia obstétrica en los hospitales de Merlo.

A pesar de contar con hospitales en Merlo destinados exclusivamente para la atención de partos, los casos de violencia obstétrica no paran de crecer. En ninguno de los centro de salud se implementa ni reglamenta la ley 25.929 de partos respetados que incluye la libertad de la persona gestante de decidir sobre su proceso, eligiendo cómo, dónde y con quién parir, el derecho un parto que respete sus tiempos, a no ser discriminada, respetándose su cultura, creencias religiosas y costumbres, a estar acompañada durante todo el proceso del trabajo de parto y postparto por una persona de su confianza, independientemente de si es parto vaginal o cesárea.

No existe un relevamiento de la capacidad instalada en los servicios de maternidad, de la totalidad de los hospitales públicos de la provincia, que permita dimensionar las limitaciones estructurales de las instituciones que restringen el cumplimiento de los derechos de las mujeres, los cuerpos gestantes y sus familias en el marco de la Maternidad Segura y Centrada en la Familia

La responsabilidad del estado, en este tipo de violencia, que se ejerce diariamente sobre las mujeres y cuerpos gestantes es total: falta presupuesto, el personal de salud está sobreexigido, los sueldos se mantienen por debajo de la línea de pobreza generando la necesidad de que los profesionales tengan otros trabajos por fuera del sistema público, donde los profesionales también se encuentran precarizados, promoviendo el agotamiento. No hay tiempo ni recursos para capacitarse, no hay insumos, las estructuras edilicias están en ruinas. El colapso del sistema de salud durante la pandemia solo empeoró esta situación y existe un reforzamiento del sistema privado de salud en desmedro del sistema público.

Las mujeres y cuerpos gestantes debemos organizarnos contra el maltrato, por la capacitación de los profesionales, por el aumento de presupuesto y por la centralización del sistema de salud.