Mujer

22/11/2023|1681

Vamos por un nuevo tsunami verde para enfrentar a Milei y sus ataques a las mujeres

La pelea por el aborto legal representó una escuela de lucha

El 25 de noviembre es el “Día internacional de lucha contra la violencia hacia las mujeres”. Una nueva jornada de lucha en el que las mujeres trabajadoras tenemos una gran oportunidad de demostrar el poder de nuestra organización y de nuestra movilización. La jornada estará atravesada por la realidad política nacional e internacional. Elegimos esta fecha también para encabezar una Acción Global en defensa del Pueblo Palestino y contra el genocidio sionista que en 40 días terminó con la vida de alrededor de 7.000 niñxs. El movimiento de mujeres levantará las banderas de los pueblos sometidos y reclamará en las calles el cese al fuego en Gaza.

El triunfo de Milei sacudió el escenario político y abrió una deliberación dentro del movimiento obrero, el movimiento de mujeres y las organizaciones sociales y juveniles. El gran derrotado ha sido el peronismo y su estrategia política y electoral. Milei logró concentrar la atención de una población harta del ajuste, las corruptelas y de la inflación, mientras se avanzó en una agenda individualista, atacando a las organizaciones y a la lucha desde diversos espacios. Su estrategia fue la de reagrupar ese descontento junto a otras vivencias populares de las que buscó avivar el costado más reaccionario. Es el caso de la explotación de la negación de la violencia de género, la brecha de género y su oposición al aborto legal.

El Massa del 140% de inflación anual y símbolo de la clase política que nos trajo hasta el 43% de pobreza y al trabajo precarizado, mientras los más ricos obtienen ganancias excepcionales, no logró enfrentar al mesiánico dirigente político que habla con perros muertos y se refugia en el apoyo de los sectores más reaccionarios de la Iglesia católica, evangélica y del sionismo. El peronismo ayudó a armar las listas al dirigente mesiánico y finalmente fue devorado por el fenómeno que ayudó a gestar.

 

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Nosotras podemos

La pelea por el aborto legal representó una escuela de lucha muy reciente de la que se pueden sacar grandes conclusiones. Tuvimos un claro programa en favor de las niñas y las mujeres que morían en abortos clandestinos o que debían acceder a tratamientos en la clandestinidad y más allá de los intentos de desviarnos, que no faltaron, logramos superar los obstáculos. Calle, firmeza y un programa del cual no nos bajamos. Esa escuela está en las antípodas de la clase política que dejó el gobierno saliente, que traicionó a sus votantes fuertemente cumpliendo el programa del FMI y del gran capital.

En otros sectores de la sociedad, como el movimiento obrero organizado, la contención funcionó de manera total, solo los elefantes de la salud de Neuquén, los docentes de Jujuy, los trabajadores del neumático o los residentes y concurrentes de CABA lograron romperla con luchas ejemplares. La burocracia sindical peronista amordazó a los trabajadores que vieron cómo se dejó pasar el ajuste salarial, mientras Yasky afirmaba que parar era hacerle el juego a la derecha. La realidad mostró que era al revés. Por su parte, entre las y los desocupados, el lugar de la lucha lo ocupó la Unidad Piquetera, mientras que las organizaciones sociales peronistas se mantuvieron en silencio.

En el movimientos de mujeres venimos de ver cómo el gobierno peronista introdujo a millones de mujeres en la indigencia, desplazó las demandas de las mujeres de la agenda política y de la del Estado, financió a las iglesias y habilitó en silencio a antiderechos que se interponen en la aplicación de derechos, como recientemente se denunció en Tucumán, donde se impiden abortos por la fuerza o directamente bloqueó la posibilidad de avanzar en la aplicación de la ESI, a la que no solo destinó un presupuesto ridículo sino que lo subejecutó año tras año. Esta estafa hacia las mujeres y las promesas hechas con el #Hay2019 es en parte la responsable del triunfo mileísta junto a las políticas de hambre y las corruptelas.

Para enfrentar las amenazas de Benegas Lynch y de Lemoine, que afirman que la ley de aborto es “la salvajada más espantosa” o que los hombres deben poder renunciar a la paternidad si no quieren hacerse cargo de un niñx al que han procreado, debemos organizarnos, caminar, hablar y militar en cada espacio y sobre todas las cosas, exhibir un programa superador de aquello que nos llevó a esta situación e independiente del Estado capitalista, que tiene al tope de su agenda defender la ganancia empresarial y no sacar a las mujeres de la pobreza y de todas las formas de violencia.

El enfrentamiento a la política fascistoide con la que prometen quitarnos el aborto, privatizar y devaluar no puede ser efectiva si vamos a ofrecer recetas fracasadas. Necesitamos inaugurar un rumbo de completa independencia política e institucional.

Este 25 es un nuevo punto de partida. Volvamos a las calles, para decirle a Milei que sus planes de destruir nuestras conquistas no prosperarán, que no toleraremos el recorte de los aguinaldos de aquellas que lo tienen ni el de la asistencia absolutamente menor que recibe una fracción minoritaria de las mujeres y que estos objetivos los conquistaremos luchando en las calles y de manera independiente, como lo hicimos con el aborto legal.

Si agitan las aguas, el tsunami verde vuelve a gestarse para enfrentar todos los atropellos.

¡Vamos las mujeres y las disidencias! ¡¡¡A luchar y a triunfar!!!

https://www.prensaobrera.com/mujer/villarruel-miente-sobre-el-aborto-para-atacar-la-libertad-de-las-mujeres-y-los-cuerpos-gestantes