Mujer

19/5/2022

Violentos en el fútbol: el caso de Sebastián Villa

Jugadoras Organizadas

Sebastián Villa

Esta semana una mujer ratificó su denuncia por un presunto hecho de abuso sexual y tentativa de homicidio ocurrido en junio del 2021, contra el delantero de Boca Juniors Sebastián Villa. No es la primera denuncia que el jugador de Boca tiene en su contra por violencia de género. En el mismo sentido, su expareja lo había denunciado en el 2020.

La joven denunciante estuvo declarando durante más de 5 horas, en un acto totalmente revictimizante. Porque a las mujeres que sufrimos ataques, agresiones, maltratos, abusos, se nos solicita que hagamos la denuncia quedando expuestas a violentos y terribles interrogatorios, y en un porcentaje muy menor los acusados llegar a tener una condena.

En este caso, como con cualquier hombre poderoso, hubo intentos de acallar a la denunciante. Incluso en su momento no pudo denunciar porque estuvo en estado de shock, aunque fue atendida en el Hospital Penna y profesionales de allí le sugirieron hacerlo.

Por otro lado, se habla de algunos testigos, entre ellos la amiga de la denunciante que la fue a buscar al momento del hecho y la “mano derecha” de Villa quien según refiere el abogado de la joven, se comunicó desde un principio con ella para que no haga la denuncia.

La postura de la Comisión Directiva del club frente a las denuncias

Villa fue titular este sábado contra Racing en la semifinal de la Copa Liga Profesional 2022. Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca, salió a bancarlo al colombiano tratando de escindir en sus declaraciones lo que es Villa como futbolista y como persona: “no faltó a ningún entrenamiento, como profesional me saco el sombrero” y remató diciendo que “lo que pasa afuera de la cancha es otro tema”. En esa declaración, sostiene, no hay que meterse. En 2020, en ocasión de la denuncia de la ex pareja de Villa, otro miembro del Consejo de Futbol, el ex jugador Marcelo Delgado, había planteado que “a todos nos ha pasado alguna vez estas cosas” mientras Ameal, presidente del Club había declarado que si Villa según la justicia era culpable “hay que curarlo”. También sorprendió la publicación de la goleadora de la primera del femenino de Boca Yamila Rodríguez bancando a Villa con su camiseta puesta. Pero la política de desligarse de lo que el jugador hace “fuera de la cancha” no es exclusiva de este caso sino que tampoco lo hicieron en el club con las denuncias contra el Toto Salvio, Pavón, Fabra, Barrios, Cardona, Centurión y Benítez. La mayoría siguió jugando en Boca amparados en el lento accionar de la justicia.

¿Es una política del club “no meterse” ante situaciones de denuncias? Algunas agrupaciones feministas boquenses dirían que sí. Las que hoy en día se pronuncian en contra de la presencia de Villa en el campo de juego e incluso en la institución. La aprobación de un protocolo de “violencia en razón de género, identidad de género u orientación sexual” en Septiembre del 2021 en el campo de la acción concreta no supera la puesta a disponibilidad de equipos interdisciplinarios para las denunciantes mientras sobre los denunciados prima el interés de que sigan generando ingresos o puedan ser vendidos al mejor valor posible en el mercado de pases.
Pero el problema no es sólo del club Boca Juniors. Sin ir más lejos, tenemos el mayor de los ejemplos. El más palpable, el del mejor del mundo: Diego Armando Maradona.

Algunos dirán que sus contradicciones como ser humano lo llevaron a abandonar y no hacerse cargo de sus hijos e incluso golpear a su expareja Rocío Oliva. El año pasado salió a la luz la denuncia de Mavys, quien denunció a Maradona por abuso sexual, violencia y trata de personas (pudo explicitar que con la ayuda de Fidel Castro la sacaron de su país natal, Cuba, para que pueda irse con Diego). También en Independiente fue resonante el caso de abuso sexual de menores en la pensión de las inferiores y la condena judicial contra Zárate, mientras el otro involucrado en la denuncia de abuso sexual, Benítez, continuó jugando y fue vendido como una estrella.
Otros podríamos decir que el encubrimiento y los vínculos directos con el poder, más el propio poder millonario que da ser jugador de fútbol a ese nivel, ayuda a que aprovechen su posición en el mundo sometiendo sexual, física y económicamente a otras.

Mirando para otro lado

La mayoría de las comisiones directivas de los clubes argentinos no intervienen en las denuncias por violencia contra sus jugadores porque no les interesa que se sigan perpetrando esas masculinidades hegemónicas, abusivas y excluyentes. Sólo importa el negocio del fútbol, la venta de las entradas, las apuestas, sponsors y la televisación, para lo cual lo único que importa es que los jugadores rindan y vayan a entrenar.

La salida

Los clubes deben ser espacios de dispersión y socialización para sus socios y socias, las canchas espacios donde los espectadores puedan disfrutar de los deportes, y el fútbol en sí mismo debe dar el ejemplo de la solidaridad, el respeto y el compromiso. Que por eso, ni más ni menos, es el más lindo del mundo.

Para eso necesitamos que las pibas dejen de ser violentadas y que los violentos millonarios dejen de ser apañados por instituciones que buscan quedarse con el rédito del negocio.