Obituarios
24/12/2021
Hasta la victoria siempre, Fer
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Fer (izq.) junto a su hermano Gonza
Nos dejó Fernando Sciortino, un amigo, un compañero, un constructor. Lo conocí en un Congreso de la FUA allá por el 2010 en Santa Fe, me lo presentaron y lo saludé sin imaginar que en algún momento íbamos a compartir reuniones, actividades, asados, jodas y más. Siempre se caracterizó por ser un tipo de pocas palabras pero muy convencido en sus acciones. Armó la agrupación V-Par en la Facultad de Odontología de la UBA, un terreno hostil para cualquier militante socialista pero en el que Fer supo sembrar y crecer. Sus compañeros lo quisimos mucho, sus adversarios siempre lo respetaron.
Cuando se recibió colaboró con el desarrollo de Tribuna Municipal en los hospitales públicos de la ciudad. Me acuerdo de hacer recorridas por el Gutiérrez con él agitando el aumento salarial para los residentes. Me decía “la próxima vení en ambo así te dan más bola”, nunca le hice caso. Unos años después, encabezó la pelea de los residentes y concurrentes contra la reforma de Larreta.
Fer siempre fue un tipo humilde, sencillo, sin vueltas. No entendías si le caías bien o mal hasta que en algún momento te tiraba una sonrisa. El humor y la ironía lo distinguían del montón, pero sobre todo la ternura con la que te explicaba las cosas. Su cabeza flotaba por todos lados, de odontología a acupuntura, de medicina tradicional a medicina china, del trotskismo a la espiritualidad. Uno de sus últimos proyectos en mente era la construcción de una casa de barro por allá en un terreno de Exaltación de la Cruz.
Me quedo con los buenos momentos que me hizo pasar, con las chicanas infantiles que intercambiaban con su hermano y amigo, Gonza, con los cordones de seguridad compartidos, con las pegatinas, con sus anécdotas de la lucha del Casino y la democratización de la UBA. Cuando se alejó un poco de la militancia pasamos mucho tiempo sin vernos. Nos reencontramos en la represión del 18 de diciembre de 2017 cuando Macri metió la reforma previsional. Se acercó todo camuflado, con casco, antiparras, pañuelo y me saludó con la misma sonrisa tierna de siempre. Un incondicional. Te vamos a extrañar amigo, hasta la victoria siempre.