En las primeras horas del jueves 28 de julio falleció la compañera Mónica Cáceres de un cáncer fulminante que la consumió en pocas semanas.

Todo el PO de Salta la queríamos mucho porque acompañó a nuestro partido desde su fundación en 1983 y fue un apoyo permanente durante 40 años, incluso durante el oscuro período en donde sufrimos el golpe artero del altamirismo, que Mónica repudió airadamente.

Nacida en Guichón, Uruguay, se casó muy jovencita, a los 18 años, con el compañero Elvio Torres, un militante ferroviario del PCR. Juntos viajaron a Córdoba en medio de la dictadura militar, poniendo distancia de la represión uruguaya. Y allí, en la clandestinidad, conocieron a los compañeros de Política Obrera, nuestro nombre antes de pasar a llamarnos Partido Obrero, con quienes Elvio se organizó rápidamente para volantear las fábricas automotrices, convocando a la lucha por el salario y por la aparición con vida de miles de obreros y estudiantes desaparecidos.

Luego, la búsqueda de trabajo los trajo a Salta, en donde Elvio comenzó a organizar Política Obrera, y, junto con Familiares de Desaparecidos de Salta, la lucha por la Aparición con Vida. Acompañado en tiempos tan peligrosos por su incondicional compañera y criando juntos a su único hijo, centro de sus afectos.

Luego de la conquista de la legalidad, Mónica participó en forma constante defendiendo los votos del Partido Obrero en cada elección. Y aún después de la temprana muerte de su compañero hace 9 años, Mónica siguió acompañando siempre al Partido Obrero de Salta en todas sus etapas, brindando su casa para juntadas de asados y largas sobremesas debatiendo sobre la situación del país.

Su muerte, inesperada, nos golpea como un garrotazo a todos, porque todo el que la conoció no podía más que quererla por su eterna alegría y su extraordinaria solidaridad, por clasista, por revolucionaria. Abrazamos a su familia en este momento tan terrible de dolor, en especial a su hijo Gastón, a quien damos todo nuestro apoyo.