Opinión

19/4/2007|988

Heller, Ibarra, etc.

Como un ejército muy cohesionado, hace más de un año conocidos comunistas operaron para salvar a Ibarra.


Dieron batalla en nombre del “consenso” para que la denuncia sobre el resultado macabro de su gestión al frente del distrito más importante y rico del país no lo salpicara en uno de los documentos con el que diversas organizaciones daban a conocer lo que evaluaban a treinta años del golpe y el estado de los derechos humanos hoy.


No debían permitir que trascendiera que mucho no se ha avanzado y que las víctimas se multiplicaban, ya no como resultado de una dictadura cruel sino por el alto grado de corrupción de quienes manejan los fondos del Estado que quieren aumentar la “caja” habilitando locales que resultan trampas mortales para los hijos del pueblo. Las 194 víctimas de la Masacre consagraron a la Argentina y en especial a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como la República de la Corrupción.


La respuesta al interrogante del porqué, la obtuvimos el viernes 13 de abril cuando se presentó en Parque Norte la fórmula que disputará el gobierno de la Capital en la elecciones de junio próximo. Hasta ese momento cabía la posibilidad de que hubieran sido nada más que trascendidos o especulaciones de mentes enfermas, pero allí en el escenario estaban el “comodín” Scioli, el “dudoso” ministro de Salud Ginés González García, Daniel Filmus -manchado por la sangre de Carlos Fuentealba-, Aníbal Ibarra y Carlos Heller, que hizo que a uno de los partidos más antiguos del país en el habla popular se lo designe como el Partido Credicoop, que ahora es el “partido rojo… de vergüenza”. Que tanta es que conocidos lenguaraces “marxistas, leninistas, guevaristas” desaparecieron de los lugares que solían frecuentar. ¿Cómo explicarán este engendro?