Opinión

17/3/2022

La guerra contra los jubilados

Publicado originalmente en GerontoVida.

Defensor de la Tercera Edad.

El ministro Martín Guzmán en el Senado.

En su exposición sobre el proyecto de entendimiento con el FMI, ante el Senado de la Nación, el ministro de Economía Martín Guzmán afirmó  que: “la guerra de Rusia y Ucrania está presente en la Argentina y hoy se ve en los precios que se pagan por todo aquello que está asociado a los commodities, que están experimentando un aumento significativo”. Según el ministro esto “se ve en el precio de los productos que insumen trigo, huevos, la leche, los aceites y la canasta de consumo y esto está afectando fuertemente a la situación económica de la Argentina”.

Ante semejantes declaraciones vale la pena recordarle al funcionario que la inflación en Argentina es un problema presente y crónico desde hace décadas. Y que en los últimos dos años, como así también en los últimos años del período correspondiente al gobierno anterior, se mantiene en niveles que serían inaceptables para cualquier otro país del mundo, independientemente de su grado de desarrollo.

A pesar de su juventud, vemos que el ministro ya tiene incorporado el reflejo condicionado de buscar culpables externos para los problemas internos, reacción típica de la clase política argentina, más allá de sus identidades partidarias.

Si vemos los que ocurre con el sector de jubilados y pensionados, podemos comprender que no hizo falta esperar ninguna guerra para que su situación material se deteriorara hasta alcanzar niveles que están muy por debajo de su subsistencia cotidiana. Esa pauperización del haber jubilatorio no es nueva, ni puede ser achacada de forma exclusiva a este gobierno. Pero tampoco es posible afirmar lo contrario. A lo largo de estos dos últimos años las políticas llevadas a cabo por el ministro Guzmán han generado daños irreparables al sector social de las personas mayores. Sus  haberes fueron ferozmente ajustados en relación a la inflación y a leyes anteriores. Vale recordar que esos haberes durante la anterior administración, en los años 2018 y 2019, habían ya perdido 20 puntos en relación con la inflación a nivel general.

Ni promesas ni excusas. Ni guerra contra la inflación ni inflación provocada por la guerra. El anuncio que los jubilados y jubiladas de Argentina necesitan escuchar es el correspondiente a la recuperación real de su haber. Esto tiene que ser una política de Estado que se sostenga y se coordine a largo plazo, más allá de las gestiones que se turnen para gobernar.

Mientras las únicas respuestas que el sector reciba para sus reclamos sigan siendo el silencio o el delirio de buscar justificaciones traídas de cualquier parte para no asumir la propia responsabilidad, la única opción que queda es seguir reclamando de las formas más vehementes posibles.

Es por ello que exigimos al gobierno que, ante al escenario de escalada de la inflación que es factible avizorar para los próximos meses, se equipare el haber mínimo jubilatorio con la canasta básica del jubilado, la cual, es preciso recordar, ya era tres veces más alta que la jubilación mínima, de acuerdo a su última medición realizada en octubre del año pasado.

No son guerras ni relatos épicos los que necesita la Argentina, sino una clase política dispuesta a trabajar de forma realista y razonable en solucionar los problemas estructurales que desde hace décadas nos vienen hundiendo.