Opinión
22/5/2022
Los mercados financieros se derrumban liderados por Wall Street
La lucha contra la guerra es la única forma de detener la destrucción de fuerzas productivas y muerte que impulsa el imperialismo.
Seguir
Wall Street
Nuevamente como en 2008 y en 2020 el derrumbe se origina en el centro del capitalismo mundial, no en la periferia, no en los “emergentes” o “fronterizos”, denominaciones despectivas donde el capitalismo tiene menor desarrollo. Wall Street se desploma y desparrama una veloz desvalorización hacia las bolsas de todo el mundo. Su banco central, la Reserva Federal, es impotente para frenar la caída. Su objetivo declarado es frenar la inflación que sigue creciendo ante lo estéril de sus medidas. El capitalismo belicista muestra su retaguardia vulnerable para sostener el impulso guerrero que propicia en Europa.
El derrumbe de las acciones de la tecnología que fueron las estrellas de la pandemia con grandes subas ahora lideran un derrumbe que se expande al conjunto del mercado accionario. Las ganancias extraordinarias que generaron en uno de los ciclos alcistas más prolongados (iniciado en 2009), ahora se transforman en pérdidas que se extienden sin freno.
Las “joyas” de Wall Street ya han perdido más de 2,7 billones de dólares desde las cumbres de noviembre. Apple y Amazon han recortado más de 700 mil millones de dólares cada una. Google 500 mil millones, Facebook supera los 500 mil millones y Amazon 780 mil millones. Netflix hoy tiene una valuación igual a la cuarta parte que en nviembre, pierde 220 mil millones de los más 300 mil millones que había alcanzado hace solo 6 meses.
Las criptomonedas publicitadas como el “oro digital” acompañan el hundimiento
Ahora la caída ya no se concentra en un grupo de acciones, es generalizada y se extiende a todas las bolsas del planeta. El fantasma de un nuevo 2008 de una caída general de las bolsas se comienza a corporizar en la caída de otros mercados en Europa, Asia y el resto de América. China también acumula grandes pérdidas en las acciones de tecnología que ahora se extiende al conjunto del mercado, muchas de las cuales cotizan en Wall Street.
Las criptomonedas son parte e impulsoras del derrumbe, ahora con una gran sintonía con las bajas de las bolsas. Bitcoin, Etherum, Cardano, y asi la lista también acumulan en el año grandes caídas en su cotización. Bitcoin, que fuera propagandizado por los libertarios locales como la “alternativa al dólar”, cotiza a menos de la mitad de la cima de inicios de noviembre, cuando alcanzó a superar los 68.000 dólares, ahora está en 29.000. El conjunto de las “cripto” tuvo una capitalización cercana a los 3 billones a inicios de noviembre, hoy es de 1,3 billones.
La novedad es que las criptos que fueron diseñadas como “estables” y cuyo objetivo es establecer un nexo entre el mercado financiero tradicional y los mercados de criptomonedas a una cotización estable con el dólar de 1 a 1, también se han derrumbado y Terra (USTUSD) de una paridad con el dólar hoy cotiza a 0,06. Sus seguidores han perdido el 94% de su dinero. Las monedas estables “sumaban” una capitalización de 180 mil millones de dólares.
Las cifras ilustran las pérdidas que acumula el capital financiero en pocos meses, luego de la euforia con la que vendían a los activos financieros y las nuevas tecnologías como la “creación de valor” del nuevo y moderno capitalismo. El capital ficticio ahora se desvanece con gran velocidad con el desarme de alto apalancamiento y endeudamiento y enormes quebrantos.
¿Qué impulsó la suba desde 2008?
Las bolsas de todo el mundo han tenido un crecimiento desde 2008, interrumpido cuando la Reserva Federal subió tasas de interés y rápidamente retrocedió. Luego el inicio de la pandemia en marzo de 2020 se produjo una caída que la baja de las tasas de interés y anuncios de mantención de los programas de compras de bonos de los bancos centrales calmaron el nerviosismo y las bolsas continuaron en suba.
Pero ahora la inflación desde el inicio de la reactivación de salida de la pandemia comenzó a crecer hasta niveles no vistos en décadas, en Europa y Estados Unidos los registros son los mayores desde 1980 y los precios de acciones y de los bonos frenaron su desarrollo.
La fiesta de favorables condiciones financieras finalizó. La suba de la inflación cuestiona las ganancias empresarias y la suba es insostenible.
La economía no tuvo un crecimiento desde 2008 que fundamente el crecimiento de los activos financieros como las capitalizaciones de las empresas, la suba de los bonos de deuda y las propiedades inmuebles.
El Producto Bruto Interno de Estados Unidos desde mediados de 2009 hasta el primer trimestre de 2022 ha crecido 69,5 por ciento. Mientras que en ese período los principales índices de las bolsas han subido entre 500 y 1.200 por ciento. Lo absurdo se hizo evidente y el desplome accionario está a la orden del día.
Las diferencias con el 2008
Hoy los bancos centrales no tienen los instrumentos para un rescate bancario. No bajarán las tasas de interés, las suben y agravarán las condiciones para mayores caídas en el sistema financiero.
Los bonos del Tesoro de Estados Unidos fueron refugios y se apelaba a ellos como un “vuelo a la calidad” (fly to quality). Una estrategia defensiva donde se desarman activos de riesgo (vender las acciones) para trasladarse a activos “seguros” en tiempos de crisis, comprar bonos del Tesoro.
Los grandes inversores (bancos centrales) están reduciendo sus posiciones, están vendiendo parte de sus tenencias. Eso se desprende de los informes oficiales de tenencias de valores del Tesoro. Japón y China los mayores inversores han reducido sus tenencias. Razones sobran, el creciente endeudamiento, que supera el el 120 por ciento del Producto Interno, es el más alto desde hace más de 70 años. Solo en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial se alcanzaron niveles similares.
El “error de la FED” y el impulso a una recesión
El expresidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que “el banco central se equivocó al esperar para abordar un problema de inflación que se ha convertido en el peor episodio en la historia financiera de Estados Unidos desde principios de la década de 1980”.
Bernanke, quien guió a la Fed durante la crisis financiera que estalló en 2008 y presidió una expansión de la política monetaria sin precedentes, dijo a CNBC que la cuestión de cuándo se deberían haber tomado medidas para controlar la inflación es “complicada”.
La duda de la Reserva Federal ya ha sido superada, los bancos centrales impulsarán subas de tasas hasta provocar una recesión, pero la inflación generada por la guerra no bajará. No se reducirán los precios de los granos ni el petróleo ni el gas.
Hay una restricción de la oferta por la guerra en Ucrania que la suba de las tasas de interés no resolverá. Sí agravarán el cuadro de restricciones alimentarias y de energía producidas por el conflicto. Es lo que dicen los funcionarios de las Naciones Unidas.
La lucha contra guerra es la única forma de frenar una hambruna global
La ONU dice: “No hay una solución efectiva a la crisis alimentaria sin reintegrar en mercados los alimentos y fertilizantes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania”, según Antonio Guterres, que agregó “los alimentos y fertilizantes rusos deben tener acceso sin restricciones a los mercados mundiales sin impedimentos indirectos” (19/5).
La lucha contra la guerra es la única forma de detener la destrucción de fuerzas productivas y muerte que impulsa el imperialismo. Los próximos meses amenazan con “el espectro de una escasez mundial de alimentos” que podría durar años. El alto costo de los alimentos básicos ya ha elevado el número de personas que no pueden estar seguras de obtener lo suficiente para comer en 440 millones, a 1.600 millones. Casi 250 millones están al borde de la hambruna. Si, como es probable, la guerra se prolonga y los suministros de Rusia y Ucrania son limitados, cientos de millones de personas más podrían caer en la pobreza. El malestar político se extenderá, los niños sufrirán retrasos en el crecimiento y la gente morirá de hambre. (The Economist, 20/5.)
Argentina participa de este desbarranco con las caídas de la bolsa local, y como gran productor agrícola y ganadero no está exento de la inflación en alimentos y energía cuyos precios están en los primeros escalones de grandes subas. La lucha contra la guerra está entrelazada con la lucha contra la carestía, la desocupación y mejoras salariales.
https://prensaobrera.com/internacionales/la-economia-mundial-entre-la-guerra-la-inflacion-y-el-covid