Opinión
10/5/2022
Los pies de barro de la Otan
Los envíos de armamento y sanciones a Rusia no impiden la destrucción de Ucrania. La economía de Europa retrocede y se hunde Wall Street.
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Pronostican una “profunda recesión a Estados Unidos”.
Los crecientes envíos de armamento de la Otan a Ucrania no han impedido la total destrucción de Mariupol y otras ciudades del este de Ucrania.
Estados Unidos anunció el envío de 33.000 millones de dólares en apoyo militar, económico y humanitario a Ucrania (Voanews, 5/5), y la Unión Europea envió auxilios financieros por 9.100 millones de euros en apoyo de los desplazados internos y los refugiados. Estas ayudas son una fracción insignificante comparada con el nivel de destrucción de la guerra.
El Banco Mundial prevé una caída del producto bruto del 45%, o sea unos 70.000 millones de dólares. A ello debe agregarse la destrucción del aparato productivo y edilicio ucraniano. Las autoridades calculan (hasta ahora) el costo de la reconstrucción de la infraestructura en 600.000 millones de dólares (Wall Street Journal, 3/5).
Al desastre de la destrucción de infraestructura hay que sumar la caída de la actividad económica por el cierre de empresas, la imposibilidad de sembrar y exportar por puertos bloqueados, la falta de energía eléctrica, de personal, etcétera; y agregar la emigración forzada de una quinta parte de la población, y otra quinta parte movilizada del este al oeste. Eso sin contar los muertos de ambos bandos.
Objetivo “debilitar Rusia”, y su costo la destrucción de Ucrania
Ucrania se ha convertido en un campo de ensayo de las armas que provee el campo imperialista, y de monitoreo de la destrucción del aparato militar ruso. Desgastar al ejército invasor ruso es el principal objetivo de Estados Unidos y la razón del apoyo a Ucrania en la fase militar. Esto fue declarado por la máxima autoridad bélica de Estados Unidos, su secretario de Defensa en la reciente visita a Ucrania: Lloyd Austin, un general retirado de cuatro estrellas, viají hacia allí junto al Secretario de Estado Antony Blinken y dijo a los periodistas que Estados Unidos quiere ver que “Rusia se debilite hasta el punto de que no pueda hacer el tipo de cosas que ha hecho al invadir Ucrania” (BBC, 25/4).
Ante esa declaración “el corresponsal diplomático de la BBC, James Landale, observó que los comentarios de Austin que pedían una Rusia debilitada fueron inusualmente fuertes para un secretario de defensa de EE. UU. Una cosa es ayudar a Ucrania a resistir la agresión rusa y otra muy distinta hablar de debilitar las capacidades de Rusia, dijo” (ídem).
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La destrucción de las fuerzas productivas y el aumento del presupuesto militar de la Otan
En poco más de dos meses de guerra el cuadro es de una destrucción masiva de fuerzas productivas. Ucrania hoy es un país devastado.
La toma de Mariupol por las fuerzas rusas incluye la total destrucción de la acería Azovstal, construida por la Unión Soviética en la década de 1930, una de las mayores productoras de acero de Europa. Con la caída de la URSS el gobierno ucraniano la privatizó y actualmente es parte de un grupo de empresas propiedad de un oligarca ucraniano, dueño de minas de carbón y tierras cultivables en la zona del Río Donets (Kyiv Independent, 17/3).
El presidente estadounidense Joe Biden envía armas y ayuda para una guerra que se desarrolla en otro continente, y que amenaza con extenderse a otros países de Europa. Todos los países europeos han anunciado un aumento de sus presupuestos en armamentos (Reuters, 27/2).
Las sanciones a Rusia impactan con inflación y hambrunas
El aumento de los precios, las consecuencias de la guerra en Ucrania y los continuos estrangulamientos de la cadena de suministros desaceleraron el crecimiento económico en todo el mundo en los primeros meses del año, y obstaculizaron los esfuerzos de las principales economías para recuperarse de la pandemia.
El Banco Mundial pronostica “que la producción económica en la región de Europa y Asia Central se contraerá en más del 4,1% en 2022, el segundo gran impacto y recesión regional en dos años. Además, la guerra se ha sumado a las crecientes preocupaciones de una fuerte desaceleración del crecimiento global” (World Bank, abril 2022)
Los países “europeos, africanos y asiáticos esperan más de 90 millones de toneladas de nuestros granos, maíz, trigo, aceite de girasol, y eso realmente conducirá a la crisis alimentaria mundial” dice Denys Shmyhal, el primer ministro de Ucrania (Voanews, 5/5).
Las crecientes subas en los combustibles son consecuencia de las diversas sanciones a Rusia (los buques petroleros rusos no pueden anclar en ningún puerto de Europa), y ahora de la propuesta de Unión Europea de un embargo de petróleo con una reducción progresiva de la compra de crudo ruso en un plazo de seis meses (que aún se debe ser aprobada en forma unánime en la Comisión Europea). El proyecto no incluiría a Hungría y Eslovaquia que dependen casi totalmente del crudo ruso, y se les permitiría comprar hasta fines de 2023. Al conocerse la exención, Bulgaria y la República Checa también solicitaron un trato similar (Reuters, 4/5).
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El rublo se fortalece
Las sanciones a Rusia han tenido un impacto limitado en su economía, ya que no han logrado generar un caos económico y el buscado hundimiento del rublo.
El rublo se ha fortalecido desde la invasión y ahora se encuentra en el mayor nivel en dos años. La inflación se modera, el Banco de Rusia fue reduciendo la tasa de interés ante un freno al aumento de precios y mayor estabilidad económica. Luego de haber subido la tasa de interés al 20%, la bajó al 17% y ahora anunció una nueva reducción al 14% (The Moscow Times, 29/4).
Antes de la invasión a Ucrania el dólar en Rusia cotizaba a 83 rublos. En los primeros días posteriores a las primeras sanciones de la Comisión Europea y Estados Unidos trepo hasta 170 rublos. Las autoridades financieras rusas respondieron con aumento de las tasas de interés y limitaciones al retiro de dólares (10.000) por persona. Pero lo que cambió la inestabilidad financiera y la corrida bancaria fue la decisión de imponer el pago del petróleo en rublos: “Los distribuidores de gas en Alemania y Austria le dijeron a CNN Business que estaban trabajando en formas de aceptar un ultimátum ruso de que los pagos finales de su gas deben hacerse en rublos..”. El rublo comenzó a fortalecer y el dólar ahora cotiza a 68 rublos (Edition CNN, 28/4).
La FED conducirá a una “profunda recesión a Estados Unidos”
Eso dice el Deutsche Bank (Bloomberg, 26/4), pero no es un pronóstico aislado. Un columnista de Financial Times dice que la FED “podría verse obligada a inducir una recesión en EE. UU. con aumentos de las tasas de interés mucho más altos de lo que ahora anticipa” (3/5).
El principal síntoma del fin de la fiesta financiera y del aumento de la oferta monetaria impulsada por los bancos centrales desde 2008 ha sido el aumento de la inflación. Luego siguió el mayor derrumbe de bonos de deuda de los países centrales desde hace cuarenta años. “El mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. comenzó 2022 con una de las mayores caídas de la historia”, comenta Reuters (28/4).
Al derrumbe de los bonos de deuda le ha seguido el desplome de Wall Street
Al derrumbe de la deuda le ha seguido el hundimiento de Wall Street, arrastrando a las bolsas de todo el mundo -incluyendo la de Argentina, que cae luego de un sendero de pérdidas desde hace dos años. Los altos niveles de endeudamiento de las empresas para valorizarlas artificialmente, comprando sus acciones han llevado a varias empresas a cotizar en niveles estratosféricos, que comenzaron a desplomarse ante la incapacidad de generar ganancias acordes con esa valuación (eso ya ocurrió con Facebook, Netflix, Amazon, Apple, etc.). La burbuja comienza a desinflarse.
Las previsiones de algunos especialistas consideran posible una recesión, el capitalismo tendrá su escenario de evaporación del capital ficticio creado artificialmente con impulso de los bancos centrales mediante emisión monetaria. En un escenario de destrucción masiva de fuerzas productivas en Ucrania se suma la evaporación del capital financiero creado con métodos monetarios, pero no con la creación de riqueza. El capitalismo muestra su verdadero rostro de agotamiento y barbarie.
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