Opinión

30/6/2025

Muteadas: el trollcenter de Milei y el ensañamiento contra las mujeres periodistas

Julia Mengolini es la última víctima de un ataque sistemático de difamación y hostigamiento digital.

Consejera Directiva Filo Uba / Creadora Digital

Julia Mengolini.

Julia Mengolini es la última víctima de un ataque sistemático de difamación y hostigamiento digital. A la lista se suman Ángela Lerena y muchas otras comunicadoras que, por el solo hecho de expresar críticas o incomodar al poder, se convierten en blanco del ejército digital que opera en redes para el gobierno de Javier Milei.

El 20 de junio, FerOria –usuaria vinculada al espacio libertario– publicó el primer tuit que inició la difusión de una calumnia brutal: la acusación falsa de incesto contra Mengolini. En cuestión de horas, decenas de cuentas alineadas con el oficialismo, como @ThommyShelby_30 o @altashanta, replicaron el mensaje, amplificándolo hasta que el propio Milei lo compartió, reforzando la operación.

Lejos de ser episodios aislados, estos ataques forman parte de un método: el gobierno y sus operadores políticos coordinan el uso de redes para ejercer violencia organizada, difundiendo rumores y fake news que buscan disciplinar al periodismo crítico.

El concepto de "fake news" se popularizó durante la campaña presidencial de Estados Unidos en 2016, cuando se utilizó para describir la proliferación de noticias falsas en plataformas como Facebook y Twitter, muchas de ellas destinadas a manipular la opinión pública. Estudios del Oxford Internet Institute confirmaron que su uso explotó tras la llegada de Donald Trump a la presidencia, cuando él mismo empezó a usar el término para deslegitimar informaciones críticas.

Hoy, en 2025, el escenario se ha vuelto más complejo y peligroso: las fake news evolucionaron hacia las deepfakes, producciones falsas creadas con inteligencia artificial que permiten manipular videos, imágenes y audios de forma extremadamente verosímil. Estas tecnologías requieren recolección de datos, entrenamiento de modelos de IA y recursos técnicos avanzados. En este caso, se usó la deepfake para sexualizar y denigrar a Mengolini, reforzando un patrón de disciplinamiento machista que apunta al cuerpo y la moralidad de las mujeres para desacreditarlas.

El involucramiento de figuras oficiales como Lilia Lemoine y el propio presidente Milei no sólo legitima la agresión, sino que la potencia como mecanismo de persecución política y censura indirecta. Este tipo de violencia no busca discutir ideas: busca quebrar emocionalmente, aislar y amedrentar, debilitando el ejercicio del periodismo y el derecho de la sociedad a informarse.

Así, el trollcenter oficialista se convierte en un instrumento de disciplinamiento social, combinando el uso del poder estatal y el ciberpatrullaje con una violencia digital que excede la esfera virtual y produce efectos reales en la vida de las periodistas y en la libertad de expresión.

El gobierno de la (des)dolarización
En el primer trimestre, hubo un déficit de la cuenta corriente por U$S 5.191 millones. -
prensaobrera.com