Opinión

19/2/2022

¿Por qué Biden empuja Europa a la guerra?

Foto: ABC

Las continuas advertencias sobre una “inminente” invasión de Rusia a Ucrania por parte de Biden y sus funcionarios contrastan con la cautela de los miembros europeos de la OTAN. El protagonismo del presidente estadounidense pretende aparecer a la ofensiva y liderando la OTAN.

Fronteras adentro de Estados Unidos, con una inflación en suba asoma una crisis financiera luego del fracaso de Afganistán. La aprobación del gobierno de Biden está en descenso: de niveles superiores al 50% descendió al 41%. Entre las varias causas sobresalen la persistencia de contagios y muertes de Covid, la suba de la inflación y la humillante retirada de Afganistan en agosto pasado.

El impulso que dio Biden a la vacunación contrastó con Trump, pero luego los antivacunas y la autonomía de los Estados por una resolución de la Corte Suprema frenó ese avance. El aumento de casos a comienzos de año produjo nuevos picos de contagios y fallecidos, alcanzando un promedio de 800 mil casos diarios.

En enero la inflación en Estados Unidos reveló un nuevo aumento al llegar al 7,5% anual, la mayor alcanzada en 40 años. La desvalorización acelerada del dólar cuestiona su papel de reserva mundial, de allí la fuga de los bonos del Tesoro que han acelerado su derrumbe y cuestionan las necesidades de financiamiento del crónico déficit de presupuesto y comercio exterior.

El banco central (Reserval Federal), que alimentó un crecimiento artificial de activos como forma de salida de la crisis del 2008, ahora vacila en desactivar la bomba que generó, ante una suba de la inflación que se consolida y que había dicho era “transitoria”. Una suba de tasas impactará en empresas sobreendeudadas, golpeará a mercados con alto endeudamiento y producirá un fuerte ataque a las condiciones de vida de los trabajadores, y será de dudosa eficiencia en reducir la inflación. La crisis del 2008 se intentó resolver mediante emisión monetaria y mayor endeudamiento, y ahora regresa agravada.

Los anuncios de aumento de las tasas de interés produjo un tembladeral en el mercado, con derrumbes en acciones como Facebook, que de haber alcanzado un billón de dólares de valuación perdió 400 mil millones en semanas. Este colapso se extendió en caídas de valuación en todo el espectro de empresas de tecnología. Un cambio en la política monetaria de la Reserva Federal hacia un mayor ajuste y restricción del crédito tendrá un efecto cascada en el mercado accionario y de deuda global.

Luego de 20 años de ocupación de Afganistán, el retiro de las tropas precipitó el colapso del gobierno. La retirada se aceleró de tal modo que llegaron a abandonar material militar de última generación (32.012 vehículos blindados Humvee; 3 Hercules; 33 de los famosos Blackhawk; 20.000 granadas; 7.035 ametralladoras; 1.394 fusiles lanzacohetes; drones de uso militar y sistemas antimisiles) a lo que se suman 600.000 armas por la disolución del ejército afgano. La salida de Estados Unidos de Afganistan es un fracaso solo superado por la derrota de Vietnam. (I News, 1/9/21).

A la retirada de las tropas de Estados Unidos y la caída del gobierno títere de Afganistan se produce una profunda recesión y una crisis humanitaria luego de 20 años de ocupación imperialista. En este marco Biden acaba de capturar 7.100 millones de dólares de las reservas de Afganistan, que se encontraban en custodia en la Reserva Federal de Nueva York. La barbarie del imperialismo muestra todas sus facetas. (The New York Times, 11/2).

La guerra contra “el terrorismo” iniciada en 2001, que impulsó primero Bush y luego Obama y Trump, cosechó fracasos en Irak, Siria y finalizó con la “retirada” de Afganistán. Ahora Biden pretende retomar la iniciativa empujando a Europa a una guerra de la OTAN, un conflicto de imprevisibles consecuencias. Biden pretende un liderazgo de la OTAN luego de que Estados Unidos solo ha llevado a invasiones frustadas y fracasos políticos.

La OTAN dividida

El francés Macron conversó durante horas con Putin en el Kremlin para bajar la tensión. Alemania no ha enviado armas “defensivas” a Ucrania. “¿Dónde está Alemania en el enfrentamiento con Ucrania? Sus aliados se preguntan”, titula un artúcilo The New York Times. Allí dice “la evidente vacilación de Alemania para tomar medidas enérgicas ha alimentado las dudas sobre su confiabilidad como aliado”, y alimenta “las preocupaciones de que Moscú podría usar las vacilaciones alemanas como una cuña para dividir una respuesta europea unida a cualquier agresión de Rusia” (25/1).

El 40% del consumo de gas de Europa proviene de Rusia. en el caso de Alemania se eleva al 52%. Las subas de precios del gas tienen un protagonismo central en el salto inflacionario en Europa. Un agravamiento del conflicto con Rusia llevaría a nuevas subas el precio de los combustibles y posibles desabastecimientos.

“La escalada militar tendría consecuencias económicas. Nadie quiere una escalada. La prioridad debe ser lograr una resolución del conflicto político”, dijo Christian Bruch, director ejecutivo de Siemens Energy, quien está organizando una reunión con Putin de una cámara empresaria alemana cuyos miembros incluyen también a muchas de las empresas más grandes de Alemania, como Bayer, Deutsche Bank, SAP y Volkswagen (The Wall Street Jorunal, 9/2).

El presidente Biden declaró que Estados Unidos detendría el Nord Stream 2 -un gasoducto para transportar gas natural de Rusia a Alemania- si Moscú invade Ucrania. El canciller alemán expresó su apoyo pero no dijo explícitamente que el proyecto se detendría. Biden pretende impedir una mayor alianza comercial en la provisión de gas de Rusia y facilitar un mercado a los productores de su país.

Las penalizaciones a Rusia, una fuente de nuevos conflictos

Biden anunció “severas consecuencias” si Rusia invade Ucrania, ente ellas desconectarla del sistema de financiero Swift con el que se realizan las transferencias internacionales. “Creo que la administración todavía está haciendo un análisis de cuál sería el daño colateral de sacar a Rusia del sistema Swift, tanto por su impacto en Estados Unidos como en nuestros aliados europeos”, dijo la senadora Jeanne Shaheen” (Reuters, 20/1).

Ante esos anuncios Klaas Not, presidente del banco central holandés, director del Banco Central Europeo y del Directorio de Estabilidad Financiera, advierte que “se piense dos veces antes de sancionar a Rusia”. “Expulsar a Rusia del sistema financiero internacional podría tener un impacto masivo en los flujos de capital global” y poner en peligro la estabilidad financiera (Finews, 16/2; y Financial Times, 15/2)

Biden pretende retomar iniciativa política ante el fracaso de Afganistan y la amenaza de una nueva crisis financiera impulsando un conflicto bélico en Europa de consecuencias y extensión imprevisibles. La salida de la pandemia no trae mayor estabilidad financiera ni política.