Opinión

4/2/2022

Finanzas

Se terminó la fiesta

Un cambio de humor en los mercados financieros globales.

Varios datos de los mercados financieros globales sugieren un cambio de humor que puede estar indicando que las importantes subas y gigantescas ganancias de acciones y bonos haya finalizado, dando comienzo a una reversión de la tendencia de ganancias hacia un nuevo ciclo de descuentos.

Facebook, una de las “joyas de Wall Streeet”, cayó 25% en solo minutos al comenzar sus cotizaciones que borran el avance de 20 meses y produciendo pérdidas a sus accionistas de más 200 mil millones de dólares en un día. Los precios de las acciones en Wall Street iniciaron un descenso vertiginoso que impactó en otras acciones de las tecnológicas y extendiendo las pérdidas a todo el mercado. Esta tendencia bajista se extendió a las bolsas de todo el mundo, incluso la de Argentina.

A las criptomonedas, comandadas por Bitcoin, no les está yendo mejor. Desde noviembre han comenzado un descenso del que no logran recomponerse: en poco mִás de 70 días perdieron hasta la mitad de sus valuaciones. Bitcoin de 68 mil dólares cayó a 33 mil; Etherum que superó los 4.800 dólares descendió debajo de 2.200, y así el conjunto. Es debido a estas grandes pérdidas a sus inversores que los “libertarios” que hablaban del “nuevo capitalismo” con las “criptomonedas” ya no las mencionan. Un fiasco.

Los bonos de deuda de Estados Unidos, Alemania y el resto de Europa también están cayendo. La creciente inflación ha producido una masiva fuga en las últimas semanas. El endeudamiento de los estados y empresas será más costoso.

Las bajas de los “mercados” pueden hundir la economía

El rápido aumento de la inflación en los principales países capitalistas ha impulsado al anuncio de los bancos centrales de aumentar las tasas de interés y reducir la compra de bonos.

Estos “anuncios” han sido suficientes para desencadenar bajas y retrocesos en los mercados. Estamos ante el cambio de la política financiera que estuvo vigente desde la gran crisis financiera global de 2008 y que impulsó artificialmente las subas y ganancias extraordinarias del capital financiero. Ahora este giro puede producir un derrumbe que impacte en la economía con la suba de tasas de interés y desvalorización de los activos financieros. Los bancos centrales están ante la encrucijada de impulsar subas de rendimientos que hundan los mercados.

La veloz caída de acciones, criptomonedas y bonos está mostrando que el principal sustento de las subas han sido las excepcionales condiciones financieras que los bancos centrales y los gobiernos pusieron en funcionamiento mediante una masiva emisión monetaria. Sostuvieron a los mercados financieros pero no dieron un impulso real a la economía global, cuya recuperación se está frenando.

El Banco Mundial dice que la recuperación pospandémica comienza a retroceder debido a los rebrotes de Covid, la inflación y el cambio de las condiciones financieras. (Bloomberglinea.com, 11/1).

La cuarentena, un festival financiero

La cuarentena ha servido de justificativo para profundizar los beneficios para el capital financiero, reduciendo las tasas de interés y masivas compras de los bancos centrales de de bonos de deuda del Estado y privada para “impulsar” la economía. Pero el principal beneficiado ha sido el capital financiero con cotizaciones en suba impulsados por los Estados. Ahora una caída de esos activos presionará a toda la economía con un endurecimiento de las condiciones financieras.

Desde la pandemia, la suba de las bolsas supera el crecimiento de la economía, produciendo una suba de las valuaciones de las empresas que cotizan y enriquecimiento de sus accionistas. Esto ha llevado a un inusual incremento de la desigualdad social, a la par del aumento de la pobreza en sectores más vastos de la población global.

En este cuadro el FMI estima en riesgo el crecimiento económico y prevé endurecimiento de las condiciones para las economías emergentes y fuga de capitales. Las “condiciones favorables ayudaron a los gobiernos, los consumidores y las empresas mundiales a resistir la pandemia, pero esto podría revertirse a medida que la política monetaria se ajuste para frenar la inflación, moderando las expansiones económicas”, dice un documento del FMI (blogs.imf.org, 27/1)

“Además, los flujos de capital hacia los mercados emergentes podrían estar en riesgo. Las inversiones en acciones y bonos en esas economías generalmente se consideran menos seguras, y el endurecimiento de las condiciones financieras globales puede provocar salidas de capital, especialmente para países con fundamentos más débiles”, continúa el informe del Fondo. Es una verdadera confesión de que las condiciones impuestas a Argentina con el anunciado “acuerdo” se dan cuando las posibilidades de recuperación económica empeoran y favorecen la “fuga de capitales”.

El acuerdo con el FMI, es un salvavidas de plomo para la economía nacional y es un falso seguro de estabilidad financiera futura. Ni mil días ni cien días.

El acuerdo se da en un contexto de agotamiento de la política financiera de los centros imperialista y ante un desfavorable giro de las condiciones financieras globales. El acuerdo con el FMI es tratar de salir a flote atándose al Titanic.

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