Opinión

12/4/2007|987

Tiza y pizarrón

Al compañero Carlos Fuentealba

Fuente de palabras que despiertan el


alba del futuro que resiste.


Sueños que abren caminos


y reproducen sus moléculas de vida.


Ahogada por las hordas asesinas


del tirano demente hasta


los tuétanos del sistema vil


y sus funcionarios corruptos,


que riegan con la sangre transparente de


los luchadores,


las raíces del Capital de la muerte.


Apacible caminar en la frontera


entre el sol y los marginados.


Tu sonrisa serena se rumorea entre


las fórmulas químicas


y la brisa de las movilizaciones.


Aunque quisieron cercenar


tu pensamiento fusilado,


no detendrán tu corazón de titán


que se multiplica como tu imagen,


que se agita como tu nombre,


en millones de latidos


de las marchas combativas:


Compañero Carlos Fuentealba ¡Presente


ahora y siempre!,


recitan las multitudes que no te abandonan.


Porque enarbolan tu antorcha redentora,


entre balas, gases y bastiones,


que no detendrán tu paso de clase trabajadora,


y junto a los desterrados del presente,


abrirán las escuelas del mañana,


aquellas que germinarán de tu mirada


y las de los compañeros caídos,


presentes, ahora y siempre.