Partido

4/4/1996|488

Apoyemos las suscripciones a Prensa Obrera

Prensa Obrera no tiene otra financiación que la que le brindan sus lectores. No la subsidia el Estado ni goza de los beneficios de la publicidad capitalista. Esta autofinanciación representa mucho más que la independencia política del periódico de los intereses de los grandes y pequeños explotadores. Representa, por sobre todo, un método fundamental de desarrollo de una prensa obrera, que sólo es realmente obrera si gana el interés de los obreros, penetra en los conflictos que los sacuden, se transforma en su vocero y, más que nada, es capaz de generalizar sus experiencias políticas en términos de conclusiones, teoría y programa. Prensa Obrera no se regala, no se ‘distribuye’ ni se ‘difunde’; se vende, es decir que sale por el esfuerzo, el sacrificio y la conciencia de clase de una parcela de la clase obrera.


El objetivo de las 6.000 suscripciones establecido en la campaña iniciada hace una semana, aplica con todo rigor el método mencionado. Con la venta asegurada de 6.000 periódicos, Prensa Obrera se autofinancia al precio de 15 pesos la suscripción, lo cual equivale a 30 centavos el ejemplar. La campaña de suscripciones apunta a reducir en forma considerable el costo que representa la compra del periódico por parte de los trabajadores y de los jóvenes, y a conquistar una difusión mucho mayor.


Nada demuestra con mayor elocuencia la  importancia de Prensa Obrera como periódico proletario que la discusión nacional  y la crisis política en torno al convenio Fiat-Smata. Prensa Obrera no sólo lanzó esta cuestión antes que nadie en el movimiento obrero, sino que aún hoy es la única que la trata y la desarrolla en todos sus aspectos, registra los conflictos que crea, informa de las reacciones que provoca en las bases obreras, analiza la política de las burocracias y da, por sobre todo da, una salida. El resto de la izquierda ignora virtualmente esta candente cuestión, porque su espíritu pequeño burgués la tiene confinada a una denuncia del ‘ajuste’; sustituye la crítica a la explotación capitalista y a las contradicciones que engendra por la ilusión de que los desgarramientos del país tienen que ver con la distribución de los fondos públicos.


¿Cuál es la conclusión? Que tenemos que suscribirnos a Prensa Obrera y colaborar para que otros compañeros se suscriban. Es un deber, en la lucha contra la explotación capitalista y la miseria creciente que está engendrando, que la literatura socialista entre en los hogares obreros; que los jóvenes obreros aprendan a apreciar esa literatura, a necesitarla, a valerse de ella, a luchar por su difusión. Debemos colaborar con la campaña de suscripciones porque la literatura revolucionaria es necesaria, o mejor, insustituible, para que los explotados desarrollemos una conciencia clara de nuestra situación, de las condiciones históricas que la determinan y de los objetivos y métodos que nos plantean como clase.


Llamamos a suscribirse y ganar a otro más para que se suscriba.