Mientras las demás organizaciones se disuelven en medio de denuncias de corrupción y el repudio al punterismo político en que se mueven (FTC), el Partido Obrero y el Polo se abren camino entre los vecinos y obreros de la comunidad.

La inserción del Comedor Los Tronquitos en el barrio, se refleja en que se ha convertido en un centro de organización de los reclamos del barrio, pero también de una intensa actividad cultural, donde no faltan los bailes populares, peñas y un murga piquetera de los más chicos, que orgullosamente luce en sus vestimentas, realizadas por padres y vecinos, los colores y el nombre del Polo Obrero.

Docentes, municipales, desocupados y vecinos en general se suscriben a Prensa Obrera, reflejando el enorme trabajo político que el conjunto de compañeros y compañeras llevan adelante.

Centenares de volantes y visitas a los medios, nos colocan como los únicos que luchan por una ley laboral que beneficie a los trabajadores y nos delimitan del cogobierno del radical Foglia y la oposición pejotista, patrocinado por la empresa Grobocopatel, a instancias de la cual se elaboró y votó por unanimidad una ordenanza que impide el transporte en el centro de la ciudad, la cual fue rechazada de plano por centro de transportistas y por la comunidad, que se moviliza el lunes al municipio para rechazarla.

La presentación al Concejo Deliberante del proyecto de declaración por una ley laboral que contemple los derechos de los trabajadores, abrió un rico debate que se reflejó en el piqueteo de Prensa Obrera: en una cuadra se vendieron, en una hora, 14 prensas.

En Casares, vamos por la duplicación de la prensa, y nos preparamos para la Conferencia Regional del 6 de marzo en Pehuajó.