Lo hecho por el gobierno de Menem con el ferrocarril y los ferroviarios es la expresión concentrada de toda su política. Decenas de miles de compañeros fueron a dar a la calle: los trenes, vías y señalización están destruidos. Donde ha podido privatizar, ha significado la liquidación de todas las conquistas y convenios.

Todos sabemos lo que ocurre con el ferroexpreso o en el NCA, donde el régimen de trabajo no es el paraíso prometido sino condiciones de tipo esclavista, donde aún hoy siguen los despidos.

En el camino de resistir estos planes, los ferroviarios hemos protagonizado muchas luchas; algunas pequeñas, otras gigantescas como la de los 45 días. Pero todas ellas han sido parciales, atomizadas, sector por sector, especialidad o gremio por vez. Hoy guardas, ayer fraternales, antes señaleros, siempre línea por línea. Las burocracias de Jaime, Pedraza y Suárez han hecho un trabajo divisionista y de vaciamiento gremial, cuidadosamente planeado para ayudar al gobierno.

Con ser toda una expresión de barbarie, la liquidación de F.A. deja planteados otros problemas. Provincias aisladas, pueblos fantasmas y un retroceso en la integración y el desarrollo de la capacidad productiva del país, marcan a este gobierno como a uno de los más antinacionales de la historia.

Los partidos que se dicen “nacionales”, y aun “populares” han sido cómplices abiertos de esta política. Nunca el gobierno hubiera podido llevar adelante estos planes sin el apoyo de la UCR.

Finalmente, si como decíamos, el problema del desarrollo ferroviario está ligado al problema del desarrollo de la nación, vale la pena destacar que los “patriotas nacionalistas” del MODIN de Aldo Rico hayan dejado bien en claro que están a favor de la privatización. El Frente Grande ya anunció que no las va a anular.

Estas son las “alternativas” de voto que los diarios publicitan para las próximas elecciones. Son en realidad un solo bloque. No los diferencia nada esencial, y por eso las elecciones del 3 de octubre son un fraude.

Reagruparse para enfrentarlos

En todos los combates que hemos dado hubo hombres de algunos partidos, y otros independientes, que tuvieron en claro de qué lado de la trinchera había que estar. En las colectas para sostener la huelga de los 45 días, hemos visto a compañeros del Inti organizando colectas junto a activistas ferroviarios. En los actos contra el cierre de ramales, en particular del “estrella”, todavía resuenan las palabras de Rath (PO) y Zamora (Mst), llamando a los pasajeros a organizarse en defensa del tren. Tampoco pueden quedar de lado el “Tren de la resistencia”, desde donde Gregorio Flores (PO) hizo escuchar su voz contra el gobierno, mientras también fraternales y señaleros se jugaban el puesto. No pueden olvidarse las luchas antiburocráticas que Bicego y Altavista llevaron en señaleros. O Arias y decenas de activistas que desde las bases se jugaron.

Con estos hombres de la clase obrera, con los que lucharon en defensa del ferrocarril y de todas las reivindicaciones de los trabajadores, se constituye el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Estos son sus candidatos para las elecciones del 3 de octubre.

El FIT nace para dar la batalla en las elecciones del 3/10, uniendo a todos los trabajadores contra el bloque de partidos de la patronal.

El FIT es el único agrupamiento de trabajadores que en su programa proclama la necesidad de anular todas las privatizaciones. Fortalecer al FIT es fortalecer una salida obrera a la inevitable quiebra del Plan Cavallo, es fortalecer un plan económico en favor de los trabajadores, que sólo puede ser aplicado por un gobierno obrero y el conjunto de los oprimidos.