Partido

2/5/1996|492

La campaña de suscripciones se refuerza de día en día

No podemos dejar de insistir en lo que constituye la cuestión clave de la campaña por 6.000 suscripciones a Prensa Obrera. Nos referimos a que el objetivo estratégico de esta campaña es poner en pie una prensa de la clase obrera que no existe en nuestro país desde hace mucho tiempo.


¿Qué es una prensa obrera?


En primer lugar, claro, una prensa que defiende los intereses históricos de la clase obrera. Podría existir y seguramente existen publicaciones que suscitan el interés de muchos obreros, si es que pueden darse el lujo de comprarlas, pero que son ajenas a un interés de clase fundamental como lo es la lucha por la emancipación de la explotación capitalista. Hay naturalmente muchísimos obreros, e incluso una mayoría, que no tienen interés o disposición para luchar por esta emancipación, sino  a  hacerlo por cosas más inmediatas o ‘tangibles’ —como el salario o un mejoramiento en las condiciones laborales. Pero la experiencia les demostrará, si ya no lo hizo, que la obtención y conservación de estas aspiraciones inmediatas, no hablemos de su mejoramiento, es incompatible con el mantenimiento del régimen capitalista de producción.


En segundo lugar, una prensa obrera es una prensa que interese a los obreros y que sea leída por ellos. Esto no puede lograrse al márgen de un partido y de una política de partido, porque lo que permite descubrir aquello que suscita y atrapa el interés de los trabajadores es, por una parte, la participación activa y conciente en sus luchas; y, por la otra, la lucha política y socialista que reclama la atención de los obreros hacia las cuestiones de conjunto de la política nacional y de la lucha entre las clases y los Estados a nivel internacional.


Prensa Obrera es un auténtico periódico socialista. La campaña de suscripciones apunta a que pueda ser leída por miles de obreros y de jóvenes. A través de esta propaganda escrita, literaria, intelectual se desarrolla la vanguardia que se ha iniciado y templado en las luchas.


Pero, en tercer lugar, una prensa es obrera cuando se ha transformado en una tribuna de los obreros, sea de sus inquietudes, sea de sus opiniones y, especialmente, de sus conflictos prácticos como intelectuales o morales. En una prensa obrera ampliamente desarrollada esa tribuna es permanente e incluso incorpora un numeroso grupo de colaboradores en todo el país. En nuestra Prensa Obrera abundan desde hace tiempo ese tipo de corresponsales y tambien un correo de lectores. Pero, ahora, con las suscripciones en crecimiento es necesario que los compañeros que se han suscripto vean a este periódico como el canal político que pueden utilizar para manifestar sus inquietudes e intereses.


Un auténtico partido revolucionario no se plantea objetivos o tareas de aparato, lo que, cuando ocurre, es siempre un síntoma de compromiso con el orden existente. Las tareas que se asigna un partido de esas características deben estar siempre vinculadas a la satisfacción de un interés de conjunto de los explotados y debe ser  presentado en forma consecuente. Este es el método que seguimos en la campaña de suscripciones, donde nuestro objetivo es poner en pie lo que los trabajadores de Argentina no tienen hoy ni han tenido en muchísimo tiempo: una prensa de la clase obrera, una prensa obrera.


Esto sólo se podrá conseguir con su colaboración. Compañeros, ahora que se suscribieron, escriban para Prensa Obrera.