Partido

20/11/2003|826

Los fiscales del PO y la fiesta

Quince días antes de las elecciones, un plenario partidario definió el objetivo de tener un fiscal en cada mesa de cada pueblo o ciudad donde presentábamos listas de candidatos. Esto significaba reunir mas de 1.000 fiscales y duplicar los fiscales que habían actuado en la elección a constituyentes tres meses atrás.


El objetivo se cumplió con creces. Se llegaron a comprometer a mas de 1.200 fiscales. Esto nos permitió cubrir departamentos enteros, incluyendo a varios pueblos y municipios donde no hay organización partidaria. Hubo una acción de los grandes aparatos, en especial del romerismo, por hacer caer nuestros fiscales, ofreciendo prebendas y dinero constante y sonante, sin éxito. En la capital, el distrito mas numeroso, con casi 800 mesas de votación, tuvimos más de 700 fiscales. La preparación de los mismos en asambleas, la conformación de equipos por escuelas con sus correspondientes fiscales de mesas, la lucha librada el día de los comicios, la habilidad de los fiscales generales para cubrir donde se produjeron algunas deserciones o vacancias por fuerza mayor, pusieron de manifiesto la enorme voluntad de lucha de todos estos compañeros y de muchos que demostraron en la practica que están para más, para organizar y dirigir equipos partidarios.


A la noche, el local central repleto de medios ansiosos por conocer la posición del PO ante los resultados electorales, se había transformado en una fiesta con la llegada de los fiscales, a pesar de la jornada agobiante de calor y del cansancio. Como a pesar de sus grandes dimensiones el local no daba para más, cortamos la calle e improvisamos una fiesta piquetera hasta últimas horas de la noche.