Nos entrevistamos con Rubén, trabajador técnico del hospital Pe­dro Fiorito de Avellaneda, y ade­más delegado de un centro de sa­lud de la municipalidad.

 

Rubén nos comentó la situa­ción de deterioro de los hospitales y de las condiciones laborales de los trabajadores. “Se han privatizado todos los servicios (lavande­ría, limpieza, cocina). En la ma­yoría de los casos la empresa privada utiliza las instalaciones, maquinarias y servicios públi­cos del hospital y cobra precio de mercado por su servicio, lo que significa un notable encareci­miento respecto de cuando era realizado por los empleados del hospital”.

 

“La tendencia —señala Rubén— es a liquidar las condi­ciones laborales con el ingreso de nuevos trabajadores como becarios y contratados, quienes tiene una fecha fija de extinción del contrato, con sueldos inferior- res a los ya bajos de los emplea­dos públicos, con mayores jor­nadas de trabajo y sin ningún tipo de protección (licencias mé­dicas, jubilación, aguinaldo, etc.)”.

 

“Los bajos salarios obligan a los trabajadores a tener doble empleo, lo que da por tierra con las jornadas de 35 y 40 horas que fueron conseguidas luego de grandes luchas. Esto es una constante en el sector de salud, tanto público como privado”.

 

“La falta de personal en los distintos servicios obliga a médi­cos, técnicos y enfermeras a atender un número de pacientes muy superior a lo normal, lo que implica que se realice una aten­ción de emergencia”.

 

Cuando le preguntamos qué opinaba sobre la Conferencia Na­cional de la Izquierda que convoca el PO, donde se reunirán activistas obreros y estudiantiles para discu­tir un programa de acción para los trabajadores, nos respondió: “Me parece muy interesante. Trata­ría de trabajar para que se reúna un núcleo de compañeros del hospital y participe, pues la situación de los trabajadores de la salud debe estar presente en la Conferencia”.