Partido

5/5/1995|418

Luis Zamora

Compañeros y compañeras:


En primer lugar, quiero saludar este acto, compañeros. La CGT sigue transando con el gobierno y con Menem. El CTA y el MTA se borraron de nuevo. No es una casualidad que la izquierda revolucionaria haya dado un nuevo paso al frente y junto a las banderas rojas, a nuestras banderas rojas, hoy veamos jóvenes trabajadores, delegados, luchadores, jubilados. Gracias a esa decisión, del MST y del PO, pero también al esfuerzo de todos ustedes, compañeros y compañeras, que a pesar de la lluvia, del barro en las barriadas populares, de los problemas con los colectivos, de la incertidumbre de si el acto se hacía o no se hacía, de los problemas con los pibes, para que también ellos pudieran participar de este acto, hoy hemos podido levantar esta tribuna. Este acto del 1º  de Mayo, este acto de lucha y repudio contra el gobierno, contra la burocracia y contra el Imperialismo; este acto, el Día de los Trabajadores, para pelear por la única salida que sólo vendrá de la mano y de las luchas de los trabajadores y de los pueblos (aplausos).


Este 1º  de Mayo, compañeros, los trabajadores de todo el mundo tenemos algo muy importante para celebrar: un negro que estuvo veintisiete años preso, su pueblo lo liberó y lo ha llevado a la presidencia de Sudáfrica. Es la consecuencia de décadas de lucha, de insurrecciones inmensas, de huelgas generales impresionantes; el repugnante régimen racista que les quitaba a los negros todos los derechos, que mató a miles y miles; que reprimió a millones, ha caído. Una revolución inmensa lo viene derribando, y aunque los racistas blancos pongan bombas, aunque el Imperialismo y De Klerk maniobren para derrotarla; aunque el propio Mandela quiere ahora frenarla y transa con los blancos, nosotros no dudamos: ¡la revolución negra no se detendrá, está viva y la llevará adelante el odio, la bronca y el coraje de los negros sudafricanos! (aplausos).


Saludamos también a la juventud y a los trabajadores de Francia que derrotaron la reforma laboral; a los trabajadores de España y de toda Europa que enfrentan la desocupación y los “ajustes”; a los trabajadores de Polonia y de la ex-Unión Soviética, que enfrentan la restauración capitalista de Yeltsin y de Walesa. Saludamos la heroica intifada palestina. Saludamos la resistencia de los musulmanes bosnios. Saludamos la lucha de los campesinos de Chiapas. Saludamos las luchas de Paraguay. Saludamos las luchas de los docentes de Chile. Saludamos y abrazamos con todas nuestras fuerzas dos semanas de huelga general de los trabajadores de Bolivia… (aplausos). Saludamos todas esas luchas con las que los trabajadores en todo el mundo enfrentan la explotación capitalista; enfrentan al imperialismo; y enfrentan sus planes de ajuste, de hambre, de explotación en todo el mundo. Y la lucha de ellos vuelve a demostrar la falsedad de los que como Lula en Brasil, Cárdenas en Méjico, aquí en la Argentina el Frente Grande, proponen un capitalismo “humanizado” con “justicia social”. En todos lados, las luchas demuestran que el Capitalismo es saqueo de nuestros países y de nuestros pueblos, que en todos lados es explotación cada vez más brutal. Para que haya bienestar, justicia y libertad, sólo hay una salida: luchar en todo el mundo por liquidar este sistema capitalista, imperialista; luchar en todo el mundo porque triunfe la Revolución; luchar en todo el mundo porque triunfe el Socialismo (aplausos).


Saludamos, compañeros, estas batallas obreras porque son nuestras propias luchas.(…) Y cuando el “santiagueñazo” acá tiró a un gobernador, legisladores y jueces, está diciendo esta rebelión que también llegaron a la Argentina las rebeliones que recorren toda América Latina (aplausos) y que llegaron para quedarse y extenderse, con el “riojanazo”, el “jujeñazo”, el “salteñazo” docente. Llegaron a Córdoba, donde marcharon miles de trabajadores antes de ayer. Sacuden Neuquén, que exige justicia para los homicidas de Omar Carrasco. Y aunque todavía no se producen con esta magnitud en Buenos Aires, las calles de esta ciudad también la ven venir cuando marchan los médicos municipales o los judiciales; cuando todos los miércoles ven, cada vez con más fuerza las marchas de los jubilados y cuando el día martes pasado, dos mil jóvenes llegaron a esta Plaza para repudiar la impunidad de los asesinos de Wálter Bulacio y de Omar Carrasco (aplausos).


Y todas estas luchas, compañeros, tienen grandes consecuencias: si Menem salió debilitado de las elecciones, si perdió más de un millón de votos en todo el país, es porque el “santiagueñazo”, y las luchas del Noroeste están cambiando todo.(…) Menem y Cavallo están golpeados y están preocupados. Ayer y hoy han salido a defender con todo la jubilación privada, junto a los bancos, a la burocracia sindical.(…) Le decimos al gobierno que desde mañana vamos a salir con miles y miles de panfletos más a recorrer las fábricas, a recorrer todos los lugares de trabajo para que millones de trabajadores, se anoten en la jubilación estatal (aplausos).(…) Y el pacto sólo fue votado por el 40%; (…) son mayoría en esa Constituyente pero minoría en el conjunto de la Argentina, aunque ahora venga el Frente Grande a ofrecerse para legitimarla si desatan ese famoso “paquete” y se discute punto por punto.


Esta Constituyente es una farsa con el “paquete” atado o desatado. Y no se trata de avalar a esta Constituyente y hasta de pretender la vicepresidencia de la misma, y después al final retirarse para posar de opositores. Para nosotros, las farsas antidemocráticas son farsas, desde que empiezan hasta que terminan (aplausos).(…)


Para acabar con este plan de ajuste y de entrega, compañeros, hay una sola alternativa: seguir el camino del “santiagueñazo”.(…) No podemos esperar nada de los Cassia, de los Pedraza, de los Lorenzo Miguel, socios de los Macri en la explotación de la jubilación privada; cómplices del gobierno en todos los ataques a los trabajadores; traidores de todas las luchas que los trabajadores dieron contra este gobierno y su plan. Y para llevar adelante esa lucha, tampoco nos sirven el MTA y el CTA que apretados por la base, tuvieron que lanzar el paro del Noroeste y el acto de Jujuy, medidas que desde ya apoyamos, pero se negaron a hacer un acto acá; boicotearon la posibilidad de una jornada nacional de lucha contra el gobierno y su plan económico. Basta de “poses combativas”, que convoquen a un paro y a un plan de lucha nacional; basta de “cacarear”, De Gennaro y Palacios, si nunca ponen un huevo… (aplausos). Pero nuevos dirigentes, compañeros, están surgiendo en todo el país.(…) Y algunos de esos compañeros están hoy en Jujuy.(…)


Los socialistas revolucionarios tenemos que dar un paso al frente para llenar los vacíos que deja la burocracia con más firmeza, y más unidos cuanto más grandes son las “agachadas” de la burocracia sindical!! (aplausos). Y más que nunca cuando está planteada la posibilidad de construir una nueva dirección sindical y política del movimiento obrero.(…) No queremos la unidad sólo para frentes electorales, queremos la unidad sobre todo para apoyar las luchas obreras y populares (aplausos).


Queremos la unidad para apoyar las luchas. Queremos la unidad para las listas antiburocráticas; para enfrentar a los Pedraza y también para enfrentar a los Mary Sánchez. Queremos la unidad para salir a enfrentar junto a los trabajadores la reforma laboral esclavista; queremos la unidad para apoyar y solidarizarnos con las luchas del Noroeste que desde el Norte vienen acercándose a Buenos Aires; queremos la unidad para hacer una campaña con todas nuestras fuerzas para que millones de trabajadores se anoten en la jubilación estatal y queremos la unidad de la Izquierda para apoyar la lucha de la juventud y del conjunto del pueblo trabajador hasta que los homicidas de Carrasco y de Bulacio vayan a pudrirse con sus huesos a la cárcel (aplausos).


Finalmente, compañeros, queremos la unidad para solidarizarnos con todas las luchas de los trabajadores y de los pueblos para liberarse del yugo y de la explotación capitalistas, de forma que se abra el camino —y para eso queremos la unidad, fundamentalmente—, del Socialismo y de la Revolución, que solo viene de la mano de la lucha de los trabajadores.