El 30/12 se cumple un año de la masacre de Cromañón. Tal como dijimos en Prensa Obrera del 5 de enero, Cromañón es la expresión del privilegio de la Bolsa antes que la vida. Aquella misma prensa la titulamos “Ibarra debe renunciar”, como una primera acción indispensable frente a la muerte de 194 chicos. Sin embargo, lejos de renunciar, fue suspendido en sus funciones por la acción aguerrida de los familiares.

Este año fue fuerte en luchas, contra un pacto de impunidad que ,tal como va a quedar definitivamente claro en el próximo período, incluye a todos los sectores patronales.

La tesis expresada en los pasillos de la Legislatura por Olivera (legislador del ARI) de que ya se cumplió con los familiares, es una de las expresiones de la forma que asumirá la acción impune del kirchnerismo, el ARI, el macrismo y el Partido Socialista.

El fallo del juez de la causa, donde considera a Callejeros con la misma responsabilidad penal que a Chabán y donde se excomulga a Ibarra es la primera gran jugada de este pacto para esta nueva etapa que se abre. Lucini fue ascendido a camarista y devuelve la amabilidad del poder político con favores importantes, preparando desde la causa penal el escenario absolutorio para Ibarra en el Juicio Político.

Que la marcha del 30/12 sea contundente en su denuncia política y en su masividad va a ser el primer gran paso para no dejar que Ibarra sea restituido en sus funciones. Esta convicción mueve a la mayoría de los familiares, quienes se encuentran realizando numerosas actividades de convocatoria a la marcha, como muestras de fotos, recitales con murgas, colocación de banners en diferentes puntos de la ciudad y que acordaron hacer un fuerte documento de denuncia política para el 30, han propuesto hacer un cacerolazo, vestir la ciudad con zapatillas y realizar diferentes actividades para garantizar la masividad de la marcha.

Vanina Biasi